Microsoft: 5.000 trabajadores menos para hacer frente a unos resultados “modestos”
Microsoft se cura en salud y, a pesar de sus resultados para el Q2 son “modestos” y no presentan pérdidas, acaba de anunciar que reducirán en 5.000 personas su plantilla. De entre los afectados, 1.400 empleados recibirán hoy la notificación de despido.
La compañía pretende reducir así sus costes, ahorrando 700 millones de dólares (algo más de 570 millones de euros) a lo largo del ejercicio fiscal de 2009. Las áreas afectadas por los recortes serán marketing, ventas, finanzas, apoyo legal, recursos humanos, TI y investigación y desarrollo.
“Continuaremos controlando el gasto e invistiendo en oportunidades a largo plazo para ofrecer valor a nuestros consumidores y accionistas y emergeremos incluso como un líder de la industria más fuerte de los que somos ahora”, explica el CEO de Microsoft, Steve Ballmer, en un comunicado a los medios.
La compañía, que en palabras de Ballmer no es “inmune a los efectos de la economía”, acaba de presentar sus resultados para el segundo trimestre del año, unas cifras “modestas” aunque todavía positivas.
El gigante de Redmond crece un 2% en sus ingresos sobre el mismo período del año precedente, cifras que no son sufiencientes para mantener unos resultados positivos. La compañía reduce en un 8% sus beneficios operativos y en un 11% los netos.
Estas cifras se resienten de las caída de las demanda de consumo en el mercado de PC y la consiguiente rebaja de los precios, tal y como recuerda la firma.
“La actividad económica y el gasto TI disminuyó más allá de nuestras expectativas en el trimestre”, apunta el CFO de la empresa, Chris Liddell. “Actuamos rápidamente para reducir nuestros costes y mitigar su impacto”.
Microsoft no ha realizado ningua previsión para el resto del año, dada la “volatilidad de los mercados” y la consiguiente incertidumbre económica.
Microsoft España
Por el momento, se desconoce cómo afectará la medida a la filial española de la compañía, parte de los 91.000 empleados con los que cuenta la firma a nivel global.
La suerte del resto de trabajadores europeos tampoco está clara.