La Agencia de Seguridad Nacional y el FBI habrían desarrollado un programa altamente secreto (hasta ahora), denominado PRISM, en el que participarían las mencionadas compañías más alguna otra facilitando acceso a diferentes datos: emails, audio, vídeo, fotografías, documentos, anotaciones sobre las conexiones… que permitirían establecer un perfil sobre las comunicaciones y contactos de los usuarios.
Poco después el director nacional de Inteligencia afirmó que sólo investigaban a ciudadanos extranjeros y que no se hacía acopio de datos de ciudadanos estadounidenses de forma intencionada. Apple, Facebook, Google y Microsoft no tardaron en desmentir que estuviesen participando en este programa dirigido a facilitar datos de sus usuarios, eso sí, especificando que “no facilitan acceso directo a sus servidores“, lo que para los más conspiranóicos deja la puerta abierta a otras formas de complicidad, aunque la noticia del Washington Post aludía precisamente a ese acceso directo y en tiempo real a la creación de contenidos por parte de los usuarios.
Apple en concreto se refirió a que “jamás había oído hablar de PRISM” y todas reconocieron que lo que sí hacen es, en condiciones específicas (persecución de delitos, con órdenes judiciales de por medio o bajo los protocolos de la legislación estadounidense en materia de seguridad nacional) sí facilitan información sobre usuarios concretos.
James Clapper, director de l departamento de Inteligencia Nacional USA no tuvo complejos en una reciente entrevista en reconocer la existencia de determinados programas en este sentido, advirtiendo además del reproche legal que puede suponer dar a conocer información que esté clasificada como alto secreto por el Gobierno USA, en clara alusión a la filtración de estas informaciones, puntualizando que tanto este programa como el revelado recientemente sobre escuchas telefónicas por parte de la Agencia de Seguridad Nacional no deben suponer intranquilidad para los ciudadanos estadounidenses puesto que van dirigidos a protegerles y sólo centran su atención en los ciudadanos extranjeros.
La penúltima entrega de este culebrón que no parece estar cerca de su desenlace (al parecer Dropbox estaría próxima a comenzar a participar en el mismo) ha sido la revelación del diario británico The Guardian de que los la agencia de seguridad británica GCHC habría recibido información procedente de este programa PRISM como fruto de su colaboración con la inteligencia norteamericana, habiéndose elaborado con dichos datos casi dos centenares de informes.
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