Tras una fuerte aunque esperada caída en sus beneficios trimestrales, que de todas maneras fue menor a la esperada, Microsoft confía ahora en dejar atrás los problemas que le trajo el retraso en la salida al mercado de su nuevo sistema operativo, Windows Vista.
Este nuevo programa llega al mercado el próximo 30 de enero con más de dos años de retraso, lo que ha influido negativamente en los estados financieros de la compañía en los últimos meses.
La empresa ha comunicado así que sus beneficios netos cayeron un 28 por ciento en su segundo trimestre fiscal, de octubre a diciembre, respecto al mismo periodo de 2005.
Gran parte de esta baja se debió a un ajuste contable por 1.640 millones de dólares de ventas, que aunque se produjeron en el cuarto trimestre del 2006 deberán ser incorporadas en los estados financieros del primer trimestre de 2007.
Y es que, para incentivar las ventas de ordenadores en la temporada navideña, la más importante del año, Microsoft ha estado ofreciendo descuentos y bonos para comprar su Vista más adelante. Estas ventas no se contabilizarán hasta que los cupones se cobren o expiren.
Esto hace pensar a los analistas que el primer trimestre podría de hecho ser muy bueno para la compañía, puesto que por un lado podrá contabilizar estas ventas y por otro debería recibir la importante influencia de las ventas de nuevos ordenadores.
Se cree que muchos consumidores llevan meses esperando que salga Vista para cambiar o modernizar sus equipos y que, por ello, las ventas de computadoras podrían dispararse en los próximos meses.
Junto con Vista, Microsoft venderá también la nueva versión de su suite de programas Office 2007, productos de los cuales la empresa obtiene la mitad de sus ingresos totales (que sumaron 44.282 millones de dólares en los doce meses que finalizaron el 30 de junio pasado).
Al entregar sus resultados, la compañía ha señalado que espera tener beneficios en el primer trimestre de 0,45 a 0,46 dólares por acción, con ventas de 13.700 a 14.000 millones de dólares, en línea con las proyecciones de los analistas.
Microsoft estima también que sus ingresos en el año fiscal, que cierra el 30 de junio, estarán entre los 50.200 a 50.700 millones de dólares, contra las proyecciones anteriores de ventas de entre 50.000 y 50.900 millones.
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