Microsoft y la Comisión Europea han comenzado una nueva ronda de conversaciones para llegar a una solución que favorezca a todos en el asunto sobre las actividades monopolizadoras de la firma en el Viejo Continente, según afirma una persona cercana a la compañía.
El fabricante de software afronta su última oportunidad para alcanzar una “entente cordiale” con las autoridades comunitarias en relación a las acusaciones de “agrupamiento” entre su SO Windows y el navegador Explorer. La Comisión Europea tiene previsto tomar medidas a principios de este otoño y Neelie Kroes, el comisario europeo de competencia, ha dicho que pretende zanjar el asunto antes de dejar su cargo.
Todo lleva a pensar que, a no ser que las negociaciones prosperen en otra dirección, Microsoft deberá afrontar una abultada sanción y atenerse a nuevas regulaciones sobre su forma de operar en Europa, según recoge The Financial Times.
Bruselas ha presionado al gigante tecnológico para que otorgue más posibilidades de elección a los usuarios entre la oferta de navegadores permitiendo, por ejemplo, descargar las herramientas de la competencia o incluirlas en su sistema operativo. Microsoft, por su parte, ha dado una solución parcial: la venta de Windows 7 no incorporará ningún navegador, ni siquiera Explorer, para cumplir con las regulaciones.
Esta es la tercera vez que la empresa de Steve Ballmer y la Comisión se sientan a hablar tras la demanda del fabricante Opera y los fracasos de los encuentros anteriores.
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