Con el escándalo de la NSA, es complicado creer que una empresa estadounidense no se haya dedicado a suministrar información el gobierno de EEUU, pero Microsoft aún así ha respondido en Weibo que nunca ha dado información a EEUU en contra de otros gobiernos o usuarios, ni que ha posibilitado inflitrarse en sistemas ni espiar a sus clientes.
Bueno, probablemente los usuarios de Skype no estén muy de acuerdo tras las pruebas que aparecieron, pero dejando el “supuesto espionaje” de lado, el secuestro institucional con Windows XP es algo que está ocurriendo sin ningún género de dudas y no se debería permitir.
Microsoft hace unos años consiguió lavar su imagen, pero tras el funesto paso de Steve Ballmer y ahora con su obcecación por instaurar Windows 8 cueste lo que cueste, puede que les pase factura. Existe una divergencia cada vez más clara entre lo bueno, lo que ofrecen sus sistemas y su constante esfuerzo en investigación, y lo malo, muchas de sus recientes políticas, como ahora con Windows XP y con las absurdas limitaciones de Xbox One que finalmente no se produjeron. Políticas y funestas decisiones de marketing que a la larga generan desconfianza y que hacen que pierdan mercado.
Esperemos que en la era post Ballmer empiecen a darse cuenta de que si se dedican a imponer y a limitar, al final no van a poder reflotar. De momento institucionalmente, viendo lo que está pasando con el coste y dependencia generado se debería extirpar todo lo propietario, quedando en todo caso relegado para el uso privado como está decidiendo China, ¿no creéis?
vINQulos
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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