Microsoft protesta por la compra de Doubleclick
Tras
competir
con Google para convertirse en el nuevo propietario de Doubleclick,
Microsoft afirmó ayer a través de su abogado Bradford L. Smith que
el
acuerdo de compra final, valorado en unos 3.100 millones de dólares, dañaría
la libre competencia en el mercado de publicidad online. Además, según Smith,
daría lugar a la recopilación de una gran cantidad de datos personales por parte
de Google, que ya es protagonista dominante del mercado.
En una entrevista concedida al
New
York Times, Smith sostiene que al comprar
DoubleClick los dos
distribuidores de publicidad online más grandes se fundirían y por lo tanto, ”
la competencia en el mercado de publicidad en la Web se vería sustancialmente
reducida”.
En respuesta, el CEO de Google, Eric E. Schmidt, comenta: “Hemos estudiado
este asunto detenidamente y sus afirmaciones, tal y como las expresan, no son
ciertas”.
Los reparos de Microsoft están basados en la cantidad de datos sobre los
intereses y preferencias de internautas que ya posee Google. DoubleClick se
encarga de entregar la publicidad de la mayoría de las páginas webs comerciales,
por lo que también acumula grandes cantidades de información acerca de las Webs
que visita cada usuario, mediante cookies implantadas en sus
ordenadores. Según Smith, al seguir adelante el acuerdo, Google tendría la
capacidad “de observar y capturar información acerca del usuario a un nivel sin
precedentes”.
Microsoft
luchó contra Google,
Time Warner y
Yahoo!, entre otras, en el
intento de comprar DoubleClick.
Sin embargo, otras compañías ajenas al proceso de compraventa también se han
unido a las críticas expresadas por Microsoft. Así, Jim Cicconi, vicepresidente
senior de
AT&
T opina: “Si una única empresa consigue dominar el espacio de la publicidad
online, como parece ser la pretensión de Google, es preocupante. En muchos de
los nuevos servicios Web, el modelo empresarial basado en la publicidad puede
resultar dominante. El peligro es que Google esté en una posición de decidir los
ganadores y los perdedores”.
El gobierno estadounidense se reserva un plazo de 30 días para aprobar
cualquier fusión, aunque en este caso no queda claro si actuará el Departamento
de Justicia o la Federal Trade Commission.
De todas formas, no es la primera vez que Google y Microsoft se enfrentan por
temas de competencia desleal. El año pasado, Google ya se quejó a las
autoridades tanto norteamericanas como europeas sobre Internet Explorer que,
según ellos, estaba diseñado para llevar usuarios a MSN en vez de buscadores
rivales como Yahoo! o Google.