Tras 5 años de agitadas idas y venidas de los smartphones con Windows, Microsoft no está consiguiendo en este ejercicio llegar al mercado de masas y se está centrando en el nicho de las empresas, donde espera que sus smartphones logren una ventaja competitiva.
Los teléfonos inteligentes con Windows se han vendido poco y suponen una sangría de dinero, por lo que la compañía busca reducir su enfoque, tal y como recoge The Wall Street Journal.
Hace 2 años, cuando Microsoft apostó fuerte por el negocio de los teléfonos inteligentes con la compra de Nokia, estimó que alcanzaría una participación en este mercado del 15% en 2018.
La compañía ha reducido ahora esta ambición, ya que según IDC este año aproximadamente 3 de cada 100 teléfonos inteligentes vendidos se ejecutarán con Windows. El iPhone de Apple y los smartphones con Android acaparan juntos el 97% del mercado.
En este contexto, Microsoft planea anunciar esta semana al menos 2 nuevos teléfonos Lumia de gama alta con Windows, según personas familiarizadas con los planes de la empresa.
El lanzamiento de estos nuevos dispositivos parece ser un último esfuerzo de Microsoft y el nuevo Windows 10 será una pieza clave.
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