La batalla librada entre Microsoft y Linux es una parte de sobra conocida en la historia reciente de la tecnología. Pero esa batalla, nunca mejor dicho, ya es historia.
Microsoft ha pasado los últimos años intentando reconciliarse con el mundo del código abierto. Para ello ha hecho adquisiciones como la de GitHub, ha abierto tecnología de su creación poniéndola a disposición de los demás y ha incrementado sus colaboraciones con distintas compañías y organismos. Su relación con la comunidad open source, y su visión sobre este tipo de software ha evolucionado.
Tanto es así que el propio presidente de Microsoft, Brad Smith, no ha dudo en reconocer que la estrategia de su compañía en el pasado fue errónea.
“Microsoft estaba en el lado equivocado de la historia cuando el código abierto explotó a principios de siglo, y puedo decirlo personalmente”, ha declarado durante una conversación virtual sobre tecnología y los desafíos a los que se enfrenta la sociedad con Dan Huttenlocher, decano del MIT Schwarzman College of Computing, y Daniela Rus, vicedecana de investigación del Schwarzman College of Computing y directora de CSAIL.
En este evento online con miembros del MIT, Smith destacó, tal y como recoge The Verge, que “Microsoft es ahora el mayor contribuidor a proyectos de código abierto del mundo”.
“La buena noticia es que, si la vida es lo suficientemente larga, puedes aprender”, dice el directivo, “que necesitas cambiar”.
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