Microsoft podría hacerse con parte de Nvidia
En base a un acuerdo de adquisición, los de Redmond se reservan el derecho exclusivo a igualar una oferta de terceros sobre el 30% o más de las acciones del fabricante de chips para tabletas, siempre y cuando ésta ascienda a 3.400 millones de dólares.
Éste podría ser el año de las grandes adquisiciones para Microsoft. Y es que tras la de Skype, la asociación con Nokia en el terreno de los smartphones y su posible compra, ahora el futuro de Nvidia también depende del gigante del software.
Al parecer, Microsoft y Nvidia han pactado las condiciones de una posible adquisición del fabricante de chips. “Si una persona física o jurídica hace una oferta de compra que iguale o supere el 30% de las acciones en circulación de nuestro capital ordinario, Microsoft tendrá derecho preferencial de compra sobre las acciones”, señala un documento fechado el 27 de mayo al que ha tenido acceso InformationWeek.
La cláusula se activaría si un comprador ofrece 3.400 millones de dólares por ese 30% o más de Nvidia.
Este pacto sitúa a los de Redmond en una posición privilegiada, ya que podrán vetar los intentos de sus rivales por apoderarse de Nvidia, que fabrica unidades de procesamiento gráfico (GPUs) para tabletas. De hecho, su chip Tegra, basado en tecnología ARM, es utilizado por los principales fabricantes de dispositivos móviles. La propia Microsoft hizo una demostración de su sistema operativo Windows 8 en un dispositivo que corría sobre la versión de cuatro núcleos del chip, “Kal-El”.
Si finalmente Microsoft se hace con parte de Nvidia podría controlar de modo más estricto su cadena de suministro de componentes móviles. Un control que ya están viviendo los fabricantes de equipos originales que desean construir dispositivos basados en Windows 8, con el fin de garantizar una experiencia final uniforme y ahorrar dolores de cabeza a los desarrolladores.
Microsoft y Nvidia han negociado la adquisición como parte de un acuerdo más amplio y por el que Microsoft ha licenciado chips gráficos de Nvidia para su uso en la Xbox. Aunque es un pacto con más de una década de vida y a pesar de que Nvidia perdió el contrato de prestación para la videoconsola en favor de ATI Technologies en 2003, éste sigue vigente.