Junto con las recientes bajadas de precio de la consola y la decisión de separar la Xbox One y Kinect, para aquellos no interesados en el sensor de Microsoft, los planes de Redmond parecen ser buscar reducir aún más los costes de fabricación de la consola.
Al menos eso es lo que parece deducirse de una filtración en LinkedIn, en la que uno de los trabajadores de AMD ha incluido en su experiencia profesional el desarrollo de una CPU más eficiente y de menor gasto para la Xbox One.
Si juntamos esto con otras filtraciones de AMD, vemos que la actualización de CPU de la Xbox One podría hacerse en 2015, por lo que el año que viene podríamos ver una Xbox One aún más barata, con la idea de recuperar cuota de mercado.
La pregunta es si, a pesar del abaratamiento de la Xbox One, la consola de Microsoft será capaz de frenar la enorme expansión de la PS4 de Sony, a la que parece que nada podría ponerle freno.
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