Microsoft planta cara al adware
La compañía de Redmond avanza en su lucha para frenar el impacto de la publicidad no deseada que se cuela en los navegadores.
Ya contaba con unas políticas específicas, encargadas de velar por una experiencia de navegación acorde con la voluntad de sus usuarios, pero ahora Microsoft ha decidido retocarlas.
En concreto, ha decidido mejorar su sistema de lucha contra el adware o esa publicidad no deseada que entorpece el uso de Internet con decisiones y un control que proceden de fuera, en vez de responder a un cambio autorizado por el usuario.
Para asegurarse de que los programas que se instalan en el navegador son legítimos, Microsoft ha introducido una nueva condición.
A partir del 31 de marzo de 2016, va a exigir a todos aquellos que den pie a anuncios que usen el modelo de extensibilidad soportado para temas de ejecución pero también de desactivación, según ha explicado la empresa.
En este sentido, todo software que no acate la nueva norma será desautorizado por Microsoft. Y, en consecuencia, eliminado.
El objetivo final del gigante de Redmond es frenar la inyección de software con modernas técnicas “man-in-the-middle” y modificaciones en la configuración DNS, entre otras trampas que pueden despistar a los internautas.
Y, en definitiva, lo que quiere es dejar que sea el dueño del dispositivo el que diga en todo momento cómo quiere que se produzca la navegación.