El enfrentamiento entre la industria discográfica y el universo digital ha sumado un nuevo capítulo. La pequeña discográfica Blues Destiny Records presentó una demanda contra RapidShare, Google y Microsoft por “hacer negocio sistemáticamente” con sus contenidos.
La empresa acusa a RapidShare de alojar archivos protegidos por los derechos de autor para su descarga directa, mientras que Google y Microsoft facilitan el acceso a estos contenidos a través de sus buscadores.
La demanda fue presentada en la Corte del Distrito Norte de Florida por Plaintiff, la compañía propietaria de Blues Destiny Records. Esta firma “gasta una cantidad significativa de tiempo, talento, esfuerzo y dinero para producir y promocionar sus discos en radios y entre el público en general”, según destaca el texto recogido por Europa Press.
Plaintiff califica a RapidShare como un “centro de distribución para copias ilegales de trabajos con derechos de autor” que basa su negocio en el “intercambio de estos contenidos para su propio beneficio”.
Google y Microsoft, de acuerdo a la denuncia, también se benefician del servicio de RapidShare, ya que suman visitantes que realizan búsquedas online para acceder a los archivos pese a que “podrían monitorizar y bloquear el acceso a webs que se sabe que violan contenido musical”.
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