Recapitulando, el Tribunal de Texas dio la razón el año pasado a i4i, que acusaba a Microsoft se haber violado una patente de su propiedad sobre herramienta XML en el popular procesador de textos Word.
La sentencia prohibía al gigante de Redmond vender versiones de Word 2003 y 2007, y además les obligaba a pagar una multa de 290 millones de dólares.
Microsoft apeló el fallo del Tribunal pero se vio obligada a modificar las versiones de Word para no incluir esta patente. Lo que quedó pendiente fue la multa, una de las mayores impuestas por un juicio de patentes, por cierto.
El gigante del software sostiene que con los estándares legales actuales es muy complicado demostrar la invalidez de una patente, y pide que se cambien para facilitar este procedimiento, porque asegura que siempre acaban favoreciendo al demandante.
El caso es que el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha accedido a mediar en este litigio que aún se mantiene abierto y decidirá en los próximos meses si finalmente Microsoft paga de una vez por todas la multa o si se sale con la suya.
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