El pasado mes de septiembre la compra del negocio de teléfonos de Nokia por parte de Microsoft llegó como un bombazo al sector tecnológico.
La compañía finlandesa no ha logrado abandonar la senda de las pérdidas, sumida en una dura competencia en el mercado de teléfonos móviles frente a Apple y Samsung, y con esta operación Microsoft hace su incursión más audaz en el mercado de los dispositivos móviles.
No obstante, la operación debe pasar el visto bueno en cuento a las normas de la competencia y el gigante del software busca en estos días la aprobación de la UE.
Tal y como informa Reuters, Microsoft ha pedido a los reguladores antimonopolio comunitarios que validen la compra como parte de los esfuerzos de la compañía en el negocio de dispositivos móviles.
El gigante del software afronta cambios en estructura organizativa y el negocio de Nokia puede ayudarle a escalar las posiciones que necesita en el mercado.
La operación incluye además un acuerdo de licencia de 10 años de la cartera de patentes de la empresa finlandesa.
La Comisión Europea decidirá el 4 de diciembre si autoriza la adquisición y quizás Microsoft deberá ofrecer concesiones para disipar posibles problemas de competencia.
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