Microsoft actualiza las políticas de sus productos y servicios para evitar demandas colectivas

La compañía de Redmond modificará sus términos y servicios, obligando a los clientes a aceptar su cláusula de no demandar a la firma. Como máximo, los consumidores podrán apelar a una corte de arbitraje.

Microsoft ha anunciado cambios importantes en los términos y condiciones de sus productos y servicios con el objetivo de llegar a soluciones más amistosas con los consumidores cuando se presentan conflictos.

“Cuando un cliente en EE.UU tenga una disputa sobre un producto o servicio de Microsoft muchos de nuestros nuevos términos y servicios requerirán que si no podemos resolver una disputa de manera informal el cliente lleve su reclamación a una corte de arbitraje, pero no forme parte de una demanda”, explica la compañía en su blog orientado hacia la resolución de incidencias.

Microsoft realizó esta modificación en sus términos y condiciones el servicio Xbox Live hace algunos meses y la nueva política se irá “contagiando” a todo el portafolio de productos de la casa en los próximos meses, a medida que se lancen nuevas versiones o actualizaciones de hardware y software.

Microsoft está orgullosa de los productos y servicios que ofrecen a los consumidores. Cuando tenemos un conflicto nos comprometemos a resolverlo de manera rápida y justa. Creemos que esta política refleja ese compromiso”, insiste la empresa de Steve Ballmer.

Esta aparentemente inocente medida es, en la práctica, una maniobra que implica que los consumidores renuncian a sus derechos cuando compran un producto de Microsoft. La prohibición de las demandas colectivas no solo se hace para evitar complicaciones a los usuarios, sino también por el bien de la cartera de la empresa de Redmond (se ahorrará millones de dólares en abogados y posibles compensaciones por daños y perjuicios) y su prensa.

Los cambios del Microsoft, no obstante, no son ilegales. La empresa se apoya en un fallo de la Corte Suprema de 2011 en relación a un juicio entre At&t y Concepcion. El tribunal permitía desde entonces la resolución de las quejas e privado o en una corte menor, ofreciendo a las empresas estadounidenses mayor poder para evitar demandas colectivas, según recuerda Electronista.