La C300 cuenta con interfaz nativa SATA-III (6 Gbps) y un controlador/firmware propietario avanzado firmado por Marvell. Se comercializan en formato de 2,5 pulgadas y capacidades de 128 y 256 Gbytes.
Las pruebas de medios especializados confirman que nos encontramos ante un tipo de unidades de almacenamiento con rendimiento superior a las X25-M de Intel y al resto de SSDs del mercado.
No por nada es la primera con interfaz nativa SATA-III (6 Gbps) y también la primera en soportar la especificación ONFI 2.1 high-speed synchronous NAND. Está fabricada usando memoria de 34 nanómetros con celdas multinivel MLC e incluye 2 Gbytes de memoria DRAM-DDR3 como caché.
No son baratas, aunque tampoco tan caras como se podía esperar de su velocidad y si ponemos como referencia a otros modelos. La unidad de 128 GB se pone a la venta por 499 dólares y la de 256 GB costará 799 dólares. Es obvio que aún queda tiempo para que las unidades basadas en Flash puedan desbancar al disco duro como unidad estándar de almacenamiento.
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