Menos es más

La estética parece haber ganado la partida a la funcionalidad en el mundo tecnológico. Juan González de la Cámara, director general de Grammata, habla de algunos añadidos que son más “adornos” que auténticas prestaciones necesarias para la sociedad.

Vivimos en un mundo dominado por la imagen donde el ser equivale al tener… La tecnificación de muchos utensilios que utilizamos en nuestra vida cotidiana ha influido en crear este imperio del que muchos usuarios ya se han proclamado ‘esclavos’.

La figura del “fashion victim” ha saltado del mundo de la moda a la vida cotidiana y ya son pocos los que no ‘renuevan’ su PDA, teléfono o smartphone para seguir los nuevos cánones de belleza que rigen en el sector de la electrónica de consumo. Por no hablar de locuras colectivas generadas en base a expectativas de lanzamientos o innovaciones por determinar.

Según un estudio de la industria, en España los usuarios de telefonía móvil tienen seis terminales de media a lo largo de su vida. Las tarifas económicas de los operadores (55,6%), el diseño (13,96%) y el precio del propio dispositivo (13,28%) se consideran factores determinantes a la hora de un cambio.

El boom de los terminales con pantalla táctil, conexión a Internet, cámara, reproductor de video y audio, etc. ha calado en una sociedad que parece haber olvidado que no por ‘adornar’ con nuevas funcionalidades un artículo éste va a responder mejor al fin para el que fue creado.

En los últimos años, los dispositivos electrónicos, tanto portátiles como de sobremesa, tienden a centralizar todas las funcionalidades posibles en sí mismos lo que, en ocasiones, desvirtúa el sentido original del dispositivo.

El libro electrónico o eReade r es uno de los pocos cotos reservados a un dispositivo diseñado para una utilidad concreta y universal: leer. … y lo llenamos de funcionalidad adicional como pantallas táctiles, comunicaciones 3G,… Pero qué se gana con esto: ¿Tendrá un rendimiento mejorado o, por el contrario, lo ralentizará? ¿Responderá este abanico de funciones a las necesidades del usuario que opta por un eReader?