Estuvo el boom de las apps de fotos que inició Instagram y luego llegó el del vídeo, pero fue siempre más tímido, menos ambicioso. Los Vine y compañía, al final, nunca pasaron de ser apps que ofrecían algo un poco superior a los GIFs, pero siempre muy limitado. Y había aplicaciones que ofrecían la posibilidad de retransmitir vídeos en streaming, pero nunca tuvieron demasiado éxito.
Ahora los astros se han alieneado o, más bien, las nuevas apps que apuestan por este tipo de servicios han llegado en el momento adecuado. Ya casi todo el mundo tiene smartphone, Internet móvil con un plan de datos decente, y menos miedo o pudor a la hora de compartir la vida diaria en la red. Si las nuevas apps son, además, intuitivas y fáciles de usar, todo mejora.
Ese boom que parecía que nunca iba a llegar, el de las apps de vídeo en streaming, está teniendo lugar justo ahora. Todavía es incipiente, sin duda, pero todo parece estar a su favor. Las apps en cuestión son dos: Meerkat y Periscope, esta última de Twitter. Y lo que marcó el inicio del boom fue el SXSW, que ya fue clave en su momento para el despegue de la red de microblogging y de otras startups como Foursquare.
Las dos apps son muy similares: los usuarios pueden darle a un botón y empezar a retransmitir en streaming a sus seguidores lo que están viendo o haciendo. Los seguidores reciben una notificación que les indica que uno de sus contactos ha iniciado una retransmisión y, si quieren, se unen. Después tienen sus diferencias, como que puedas guardar y permitir ver el vídeo más tarde o no, pero básicamente son el mismo servicio. La guerra ha comenzado.
Los dos grandes retos: contenidos y datos
Ambas apps parten con las mismas ventajas de un mercado preparado para el servicio, pero también con dos retos muy grandes. Por un lado, está el de los contenidos. ¿De verdad nos interesa ver el camino al trabajo de uno de nuestros amigos en directo? Los responsables de las apps admiten que muchos de los vídeos serán de cosas sin relevancia, pero que al final serán los usuarios los que decidan cómo usar el servicio. Si nadie ve tu trayecto al trabajo, posiblemente al final acabes dejando de retransmitirlo. El siguiente paso será el clave: ¿dejar de usar la app o pasarte a cosas más interesantes?
Los usos “interesantes” son bastantes, cierto. Retransmisión de jornadas, conferencias, clases, acontecimientos que acabarán en las noticias (hace dos días ambas apps se llenaron de retransmisiones de un incendio en Nueva York), y el inevitable “retransmitir a tu familia si vives lejos”.
El otro gran reto es algo más problemático y sí podría detener el boom de las apps: en ambos casos, el consumo de datos aumenta mucho, tanto si estás retransmitiendo como visualizando los vídeos en directo. ¿Están los usuarios dispuestos a contratar un plan de datos de más gigas solo para poder continuar haciendo sus retransmisiones cuando no tienen ninguna conexión wifi a mano?
Lo que está claro es que ni Meerkat, ni Periscope quieren dejar pasar la oportunidad de ser “el nuevo Instagram” y que la competencia es feroz. Si bien esta semana los fundadores de ambas apps intercambiaron elogios y felicitaciones en Product Hunt, el hecho de que Periscope sea de Twitter ya ha provocado algunas acciones hostiles. Hace unas semanas, antes de lanzar Periscope, Twitter retiró a Meerkat el acceso a su social graph, es decir, los usuarios de Meerkat no pueden ver si sus contactos de Twitter también están en la app.
¿Cómo acabará todo? Al final ganará quien logre atraer a más usuarios y minimizar el consumo de datos. ¿Será el boom real o se quedará en una falsa alarma?
Este cambio refleja los avances que se producen a nivel de infraestructura TI y el…
El evento espera reunir a 17.000 directivos, que podrán escuchar a medio centenar expertos en…
Como resultado de esta operación, ampliará sus servicios en el "bronze layer" del ciclo de…
Durante el segundo trimestre de su año fiscal 2025 acumuló 1.660 millones de dólares, la…
También incluye un SDK open source para potencia el desarrollo de aplicaciones y agentes, especialmente…
Los ciberdelincuentes recurren a ofertas que no son ciertas, tarjetas regalo y sorteos para robar…