La gente de mimoco no podrían haber elegido un peor nombre para su compañía. Tampoco podrían haber hecho unas llaves USB de 2GBytes más horteras, estúpidas y cantosas que éstas. Y por eso, os quiero, mimoco, y me voy a pedir un par, aunque cuesten 156 euros por bicho (este par se llaman Isodore y Fairybit).