Más de 2.000 euros estafados a través de técnicas “phishing”
Ante un correo electrónico “sospechoso”, lo mejor es ponerse en contacto con la entidad bancaria para confirmar su veracidad y no contestar al mensaje.
Agentes de la Guardia Civil de Castellón especializados en la “ciberdelincuencia” han detenido en Gijón a una persona por estafar supuestamente 2.035 euros utilizando el procedimiento del “phishing”, por el que accedía de forma ilegal a las cuentas corrientes de sus víctimas realizando transferencias a otras cuentas.
Fuentes del Instituto Armado han informado que el arrestado, un hombre de 32 años acusado de un delito de estafa continuada, fue detenido el jueves en la ciudad asturiana, hasta donde se desplazó el Equipo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil de Castellón. Esta unidad inició sus investigaciones el pasado 17 de mayo tras tener conocimiento de que se habían efectuado varias transferencias bancarias a una cuenta de una sucursal bancaria de Gijón a través de la banca online.
El pasado 17 de mayo un ciudadano denunció en Móstoles (Madrid) el acceso ilegal a su cuenta corriente de un banco ubicado en Alcorcón (Madrid) y la realización de una transferencia bancaria de 960 euros a una cuenta de otro banco de la localidad castellonense de Oropesa del Mar, por lo que fueron detenidos dos ciudadanos moldavos, uno de ellos titular de dicha cuenta al que se le intervino un ordenador portátil. Posteriormente, se tuvo conocimiento de otra transacción telemática a través de la banca virtual en la que aparecía como beneficiario uno de los detenidos en Oropesa del Mar, que se había realizado accediendo de forma ilegal a otra cuenta corriente. De hecho, con esta operación se traspasaron un total de 1.075 euros desde su cuenta y sin su consentimiento.
La Guardia Civil también descubrió otras transferencias por valor de 6.542 euros, realizadas desde las localidades de Toledo y Madrid, lo que permitió ubicar en Gijón la conexión que, a través de Internet, accedió el pasado día 16 de mayo a las cuentas corrientes de las víctimas, realizando transferencias bancarias a otras cuentas.
Las entidades bancarias ya han anunciado en diferentes ocasiones que nunca solicitarían datos a sus clientes vía e-mail o telefónicamente, por lo que advierten de que ante un correo electrónico “sospechoso”, lo mejor es ponerse en contacto con su entidad bancaria para confirmar su veracidad, sin contestar al mismo, así como mantener actualizado un software anti-virus y un cortafuegos (firewall).