La nube híbrida es más una necesidad que una alternativa para las organizaciones, que deben buscar el equilibrio perfecto entre los dos modelos que la configuran, el público y el privado, a la hora de confiarles sus recursos. Para hablar de los nuevos entornos cloud, NetMediaEurope ha reunido a cuatro expertos de la industria tecnológica: Jaime Balañá, Technical Director de NetApp; Iván Menéndez, Country Director de Nutanix Iberia; Teresa Muñoz, Senior Sales Engineer de Rubrik; y Juan José Rey, director de Ventas de Sarenet.
Estos profesionales han sido los protagonistas del encuentro online “Más allá de la nube híbrida: Los entornos multicloud”. En una conversación moderada por Mónica Valle, periodista especializada en TI, han hablado también del fenómeno de la multinube, donde hay más de un servicio y entran en juego diferentes proveedores. Y es que este 2019 podría convertirse en el año definitivo de la interconexión y la interoperabilidad de aplicaciones y datos corporativos.
“Tradicionalmente España es un país en el que cuesta un poquito más adoptar las nuevas tecnologías”, diagnostica Jaime Balañá, Technical Director de NetApp. Respecto a Europa, donde el “26 % de las empresas ya tienen algún tipo de servicio en cloud” de media, nuestro país “está en un 22 %” y “el puesto número 20 de los 28” miembros de la Unión.
Aunque España destaca en otros frentes. Por ejemplo, “el modelo de nube híbrida va siendo una realidad”, según Juan José Rey, director de Ventas de Sarenet. “Muchas de las empresas que tienen reticencias a ir al cloud” optan por “esa estrategia” híbrida, confirma Jaime Balañá. Es decir, escarbando en los números se concluye que la “menor adopción de los servicios cloud” es una prueba de que aquí “lo entornos multicloud y high hybrid cloud probablemente sean mucho más exitosos que en otros sitios”.
Iván Menéndez, Country Director de Nutanix Iberia, revela que las empresas españolas “en dos años se ven con arquitecturas tipo cloud híbrida” en un “81 %” de los casos. “Si bien vamos un poco por detrás” en adopción, “en cuanto a la convicción de que ese es el camino estamos muy a la par con el resto de países de Europa”, observa Menéndez. La Senior Sales Engineer de Rubrik, Teresa Muñoz, también opina que “la mayor parte de las empresas sí son conscientes” de cuál “es el camino que van a seguir”. De “llevar cargas a la nube pública”, pasarán a distribuirlas “entre diferentes proveedores de cloud”.
Juan José Rey no identifica “un cliente específico para el modelo de nube híbrida”, ni de “un nicho ni un tamaño determinado”. Sin embargo, Teresa Muñoz cree que se puede destacar a “aquellos que están más en un sector de innovación” y “necesitan hacer un desarrollo de sus productos a un ritmo muy ágil” y Jaime Balañá, al “sector que tiene que ver directamente con las tecnologías de informaciones”, con quienes “han nacido en el cloud” y usan sus servicios para “la parte de negocio”. Sobresalen igualmente las organizaciones de mayor tamaño, que “tienden a utilizar más el entorno multicloud” para no caer en el “vendor lock-in” y en “donde más crece la adopción del cloud híbrido”.
No quedarse atado a un proveedor es algo que también aprecia Iván Menéndez. En su opinión, “los dos factores que más condicionan cuál es la aproximación de los clientes” serían, por una parte, “la agilidad requerida” y la “capacidad bajo demanda” para “responder a necesidades del negocio” con el sector “retail” como referente y, por otro lado, la “portabilidad entre clouds”. Esto último lo agradecen “sectores con mucha complejidad formal en la IT tradicional” como “una compañía de telecomunicaciones” o como “un banco”, y lo hacen “antes que el mero hecho de desbordar a cloud”.
En cuanto a los casos de uso, despunta el “SaaS” con aplicaciones de “email” y de “ofimática” extendidas por las empresas, además del “backup” y “disaster recovery”, tal y como detalla Jaime Balañá, que pone en valor otros aspectos como “la orquestación, la automatización” y “las estrategias ágiles tipo DevOps” e insiste en que la mayor ventaja de los entornos multicloud es el hecho de que no obliga a “poner todos los huevos en una misma cesta”.
“Al final, lo que se busca” con estos entornos es “transparencia” y “agilidad para poder utilizar en cada momento el recurso que más le convenga al negocio”, analiza el Technical Director de NetApp. Desde Nutanix coinciden en que “tiene todo que ver con gestión, portabilidad y capacidad de mover” las “cargas de forma transparente para las aplicaciones”. Iván Menéndez cree que, “a medio plazo, la mayor parte de los clientes ven las opciones de multicloud no más que como distintas opciones de infraestructura para desplegar aplicaciones”.
Teresa Muñoz valora que los nuevos entornos “no estén ligados a un proveedor determinado” y permitan “compatibilidad” y una “migración” sencilla, de modo que las empresas se puedan centrar “en la parte de servicio”. Estas empresas tendrían sobre todo tres motivaciones que las dirigen hacia el multicloud, de acuerdo con Juan José Rey: cubrir “una capacidad determinada” que no alcanza ni su centro de datos ni el proveedor actual, utilizar “una aplicación que ya corre de forma nativa” en la nube y “la cuestión de seguridad”.
En este escenario entran en juego los estándares abiertos, cuyo papel “es fundamental”. Así lo destaca Teresa Muñoz, para quien “es esencial que arquitecturas tipo cloud al final estén basadas en APIs abiertas” de cara a la integración “con otras soluciones”. Para Iván Menéndez “es absolutamente inexcusable” y para Juan José Rey “no sólo es necesario, sino que es obligado” en “aplicaciones de negocio, para sistemas de respaldo” o “de contingencia”, teniendo en cuenta que hablamos “de distintos ecosistemas” y “de muchísimos fabricantes” que deben trabajar juntos.
Los “entornos de cloud” que se basan “en OpenStack o entornos de contenedores basados en Kubernetes” llegarán a establecerse como “la herramienta que todo el mundo va a utilizar”, en base a las predicciones de Jaime Balañá, que subraya que “es muchísimo más sencillo si todo el mundo utiliza lo mismo”, incluyendo aquí a proveedores de infraestructura y de servicios. Sobre Kubernetes, el directivo de NetApp piensa que “va a hacer que se popularice muchísimo más la cloud híbrida”.
“Yo creo que Kubernetes es algo muy disruptor en el mercado, quizá esté a la altura de la virtualización hace diez o doce años. Y todo servicio que se preste a ser hibridizado o puesto en la cloud híbrida va a tener que usar ese tipo de tecnología”, advierte Balañá. “Kubernetes es básicamente el canalizador y el catalizador de la cloud híbrida por excelencia”.
“Cuando hablas de cloud pública, hablas de cloud híbrida, la lingua franca de todo esto es la vitualización”, expresa Iván Menéndez. “Parece evidente que, si quieres tener portabilidad, tienes que irte a mecanismos de virtualización que sean portables”. Y para “tener portabilidad de cargas y orquestación“ y “sacar valor a todo lo que hay en la mesa, tecnologías como los contenedores son absolutamente clave”, declara el Country Director de Nutanix, que se refiere a “la virtualización por el lado de la democratización” y a “los contenedores como tecnología abierta que te permite aportar cargas de forma sencilla”.
¿Y cómo afrontar las estrategias de backup y de recuperación de datos en la nube? Teresa Muñoz explica que hay que diferenciar “entre alta disponibilidad y una solución de backup” a más largo plazo y con capacidad para “no solamente recuperar lo que es un ente en sí”, también para “indexar el contenido de información que hay dentro de esa instancia, dentro de la nube”. Y esto pasa además por “educar” en buenas prácticas e incluir la copia de seguridad para la protección de la carga “desde el primer momento”.
Juan José Rey apunta a técnicas como “el snapshot” o la posibilidad de “aislar entornos” para “combatir el ransomware”, además de utilizar sistemas para “backup tradicionales” y “la capacidad de alojamiento de distintos data centers tanto públicos como privados”. Por su parte, Jaime Balañá, propone servicios como mandar a la nube datos que “dejan de ser usados frecuentemente” o tener “el mismo entorno replicado entre una nube y otra o entre on-premises y una nube para poder hacer ese disaster recovery”.
“Hay una diferencia de paradigma bastante notable entre arquitecturas tradicionales y las nuevas arquitecturas que vienen con cloud pública”, compara Iván Menéndez. “Muchas de las cuestiones que en arquitecturas tradicionales tienes que gestionar en cloud no las ves”. Por ejemplo, “no manejas detalles profundos ni de la arquitectura de alta disponibilidad del dato a nivel de la infraestructura ni de la replicación”, lo que lo convierte en “algo bastante más sencillo de utilizar”. Aquí Teresa Muñoz señala que “es muchísimo más fácil” integrarse “con arquitecturas que ya son hiperconvergentes”.
Al ir usando más y más la nube, cabe preguntarse qué ocurrirá con las instalaciones físicas de las compañías. Los centros de datos, “de las empresas o de los proveedores de servicios”, seguirán existiendo, según Iván Menéndez. Se seguirán necesitando “lugares donde tener cómputo” y, “seguramente”, ubicados “en España”, “tremendamente seguros” y “escalables”, pero “no necesariamente tiene que ser tu data center”.
“El CPD como tótem tecnológico no es el elemento para mí sustancial de la discusión”, dice Menéndez, que cree que lo que “está claro es que cloud pública cubre una serie de usos muy importantes”. En este sentido, Jaime Balañá, comenta que “el centro de dato tradicional no va a desaparecer en un corto espacio de tiempo. Pero lo que sí que se está viendo es que al final se va a convertir en una extensión de la cloud pública. Va a ser fundamental que las empresas sean capaces de extender los servicios de la cloud pública a su propio data center”, aventura. Las “arquitecturas hiperconvergentes son fundamentales porque te proporcionan esa escalabilidad y esa flexibilidad”.
Un concepto que cabe añadir es el de “cloud de proximidad, que va a ser complementario a las grandes nubes públicas”, cuenta Juan José Rey, “para esos entornos que requieren de una solución como muy a medida, que hay que conocer bien y que no siempre va a encajar de forma natural en la propuesta genérica de la gran nube”.
El director de Ventas de Sarenet considera que “seguirá existiendo el cloud privado” y que quizás “el CPD que entendemos” hoy en día, “el de la casa del cliente sí termine por desaparecer”. Mientras tanto, Teresa Muñoz descarta la idea de que “el data center on-premise vaya a desaparecer a corto plazo”, pero matiza que “seguramente” haya un “movimiento hacia operadores que te ofrezcan este servicio”. Así que “iremos viendo cómo se va adaptando el modelo híbrido”, manifiesta la Senior Sales Engineer de Rubrik.
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