Puede requerir hardware pesado adicional que debería ser almacenado en las ya normalmente abarrotadas habitaciones en las que se encuentran los servidores y algún tipo de garantía o acuerdo de nivel de servicio (SLA, Service Level Agreement) que garantice su buen funcionamiento.
Al considerar una solución de alojamiento de correo electrónico, es conveniente tener en cuenta las siguientes características:
Servidores: Evitar cualquier solución que requiera la compra de servidores redundantes o externos.
SLAs: Considere la posibilidad de seleccionar una solución de hospedaje que ofrezca un acuerdo de nivel de servicio o garantía demostrado.
Mantenimiento: Seleccione una solución que no requiera mantenimiento, ya que unido a la gestión de otros sistemas de TI puede causar la pérdida de prioridad en la continuidad del correo.
Recuperación: Busque una solución que ofrezca una rápida recuperación después de las interrupciones, la restauración de todos los correos electrónicos enviados, recibidos y borrados con todos los datos forenses intactos.
Perfil de coste: Elige uno que permita un pago mensual en lugar de grandes desembolsos de
capital iniciales o pagos por proyectos puntuales.
Escalabilidad: Opte por una servicio que permita una perfecta escalabilidad de un usuario a decenas de miles en lugar de soluciones que requieren la compra de más hardware para cada usuario añadido.
Hace tan sólo dos décadas desde que las primeras empresas comenzaron a usar correo electrónico e Internet, sin embargo, éste se ha convertido en una parte rutinaria de la actividad diaria. Imagine qué pasaría si hubiera un corte y el correo electrónico no estuviera disponible durante días, piense en cómo iría su negocio. Para muchos, las consecuencias se podrían medir en cuestión de horas.
Los cortes de suministro pueden causar alteraciones enormes. Tan solo una hora de tiempo de inactividad en un mes, multiplicado por cientos o miles de personas, representa una pérdida significativa para el negocio.
Por eso
ya es hora de que el correo electrónico sea una parte crucial e integrada en el plan de continuidad de negocio.