Con una población de alrededor de 55.000 habitantes, las Islas Marshall son atendidas por un único ISP. Aunque la mayoría de las empresas no elegirían tener un único proveedor de servicios de Internet, si lo hicieran y contaran con un servicio de continuidad de correo electrónico que les ofreciera disponibilidad de correo continua y recuperación en caso de desastres, además de un plan de seguridad de correo electrónico, se garantizarían el disponer de un sistema de correos electrónicos continuado y back ups fiables en caso de que sucediera algún desastre.
El Grupo Radicati estima que en octubre de 2007 había 1.200 millones de usuarios de correo electrónico en todo el mundo con 516 millones de correos profesionales en sus bandejas de entrada. Los usuarios mandaban una media de 38 correos electrónicos al día, recibiendo una media de 93. De esos 93, 18 incluían un archivo adjunto. Estamos tan acostumbrados al correo electrónico que nos olvidamos de sus beneficios, como:
Colaboración: El correo electrónico permite escribir de forma simultánea a varias personas a la vez, por lo que es fácil coordinar equipos y alcanzar el consenso. Además, algunos utilizan la bandeja de entrada como herramienta para recordar citas y almacenar documentos.
Comunicación: El correo electrónico es asíncrono, de forma que los usuarios pueden responder cuando están preparados, retomando y adaptando la comunicación a su propio horario.
Coordinación: Gestionar reuniones y proyectos a través del correo electrónico son tareas sencillas gracias a las herramientas de invitación a reuniones, a diferencia del teléfono.
Común: el correo electrónico es universal y permite a los usuarios hacer negocios en todo el mundo.
Conveniencia: Dispositivos móviles con correo electrónico como las Blackberries, acceso remoto y ordenadores portátiles permiten la flexibilidad del correo electrónico en tiempo y lugar.
Y es que el correo electrónico es un proceso del negocio crucial, de ahí que no pueda fallar. Sin él, es muy difícil para las empresas seguir funcionando de la misma manera. La mayoría de las organizaciones confían en el correo para comunicarse con sus consumidores y sin él, se arriesgan a que su reputación y esas relaciones se vean dañadas.
El número de correos y el tamaño de los archivos adjuntos van en aumento cada día, lo que significa que los sistemas de continuidad deben ser fácilmente escalables. Gestionar un sistema in-house de continuidad para el correo electrónico puede ser un desafío adicional porque requiere de desembolsos de capital por adelantado y mantenimiento continuo.
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