Manifestación contra el canon y por los derechos civiles de los internautas
Durante el acto, se pronunciaron varios discursos contra el canon digital y la industria de contenidos considerando que los modelos de negocio “que no pueden competir no deben sostenerse a costa de restringir las libertades civiles”.
Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, indicó que “el Gobierno no ha atendido ninguna de las reivindicaciones del colectivo, como la universalidad de la banda ancha, para hacer posible la igualdad de oportunidades en el acceso al conocimiento”, denunciando las condiciones del ADSL rural. Mejorar la banda ancha más cara y lenta de Europa fue otra de las reclamaciones de los internautas.
Además, Domingo pidió el cese de la Ministra de Cultura por estar “incapacitada legalmente para tomar decisiones, debido a su anterior vinculación al mundo del cine y sus relaciones familiares”.
Las sociedades de derechos de autor, en especial la SGAE, también han sido fuente de las críticas de los manifestantes y organizaciones convocantes, como el músico Luis Cobo o la presidenta de la asociación de pequeños fabricantes de productos informáticos.
El periodista Enrique de Diego, ha lanzado duros reproches hacia el presidente de la entidad, Teddy Bautista, a quien ha exhortado “que deje de robarnos y se dedique a otra cosa”, extendiendo sus críticas al gobierno y a sus “titiriteros”.
Otro de los discursos ha llegado del representante de ADSLZone que ha exigido “un acceso universal a Internet a precio justo y una política gubernamental que fomente la cultura y deje de cobrar lo que es de propio derecho”.
El letrado especializado en asuntos civiles en internet Carlos Sánchez Almeida, reivindicó la “defensa de la libertad en la red, la libertad de expresión y la inviolabilidad de las comunicaciones”, porque “los derechos fundamentales no pertenecen a los necios que se aúpan a hombros de los corruptos, aquellos que llenan los pasillos de los juzgados y de los parlamentos conspirando para acabar con las libertades de los ciudadanos en la red”, sino que “son de todos los ciudadanos”.
Estas reclamaciones, independientemente del número de asistentes en directo a la manifestación (pocos), no deberían caer en saco roto al ser compartidas por la inmensa mayoría de los internautas.