Malos tragos veraniegos
Uno de los ataques más fulminantes del periodo estival se ha aprovechado del desconocimiento de los internautas para acabar con una empresa turística.
El periodo estival, lejos de mantenerse al margen de virus, gusanos, troyanos y demás agentes maléficos para el sector TI, ha servido como el mejor puntal para intentar arrasar con el negocio turístico, obviamente, principal protagonista de tan deseadas fechas.
El motivo de semejante desajuste, que ha costado la friolera de 30.000 euros, se ha basado en la reserva de cientos de miles de reservas falsas en una agencia de viajes online propiedad de dos de las entidades de mayor prestigio en España. Pero lo grave del asunto, y sin querer minimizar la importancia de lo expuesto, es que el ataque se ha realizado a través del desconocimiento de los internautas víctimas en este caso del empleo de sus propios ordenadores.
En otras palabras, más de 700.000 reservas en una determinada página Web se han ejecutado desde los equipos de los usuarios y, más allá aún, en el mismo suceso se han visto implicadas hasta los sistemas TI de otras empresas turísticas online. La dimensión de la agresión, como se puede ver, es descomunal tanto en términos tecnológicos como económicos.
Pese a todo, el culpable de semejante acción delictiva ha sido detenido, aunque, no obstante, lo que ya no es tan fácil de detener es la tremenda sensación de inseguridad e impotencia a la que una vez más nos enfrentamos.
El final ha sido en esta ocasión feliz pero la experiencia tan desarrollada de estos agresores vuelve a hacernos reflexionar sobre las metodologías más apropiadas que vía digital puedan solucionar lo que para muchos ha sido más que un “mal trago” veraniego.
Esperemos que las medidas judiciales y penales pongan a cada uno en su sitio y que los millones de internautas que a día de hoy continúan disfrutando sus vacaciones puedan regresar a casa sin mayores problemas.