Maite Ramos (Dynabook): “Hay que seguir reforzando el interés desde el colegio y establecer más referentes femeninos en STEM y liderazgo”
Reforzar el interés de las niñas en el ámbito STEM, mostrar referentes femeninos de liderazgo y fomentar políticas de igualdad real de oportunidades. Éstas son las claves para reducir la brecha de género en el sector tecnológico, según Maite Ramos, general manager Dynabook Iberia.
La general manager de Dynabook Iberia, Maite Ramos, protagoniza una nueva entrega de la serie de entrevistas ‘Women in Tech’, que ponemos en marcha con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Es licenciada en Ciencias Empresariales por la Universidad de Valladolid y cuenta con un postgrado en la escuela de negocios francesa NEOMA, así como un Executive MBA por el IESE. Desde abril de 2020, desempeña labores dentro de Dynabook como general manager de Iberia, compañía a la que se incorporó como Channel Sales manager de Iberia. Cuenta con más de 20 años de experiencia ligados a las nuevas tecnologías y a la innovación.
Ramos opina que hay que reforzar el interés de las niñas en el ámbito STEM desde el colegio y mostrar más referentes femeninos que sirvan de ejemplo. Por otro lado, reclama políticas que persigan la igualdad real de oportunidades, con el fin de romper el ‘techo de cristal’, equiparar salarios y conciliar la vida personal y laboral
– ¿Cuál es su valoración sobre el papel de la mujer en las carreras STEM en España, particularmente en el sector tecnológico?
El campo STEM es una de esas áreas donde la presencia de la mujer no crece al nivel que debería según su participación en la sociedad, creando lo que conocemos como brecha STEM. Según el informe de la UNESCO, sólo el 35% de las mujeres del mundo estudia carreras dentro de las disciplinas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, porcentaje que cae al 3% en carreras relacionadas con tecnologías de la información o al 8% en carreras de ingeniería.
En el caso de España, sólo el 37% de las mujeres que se doctoran lo hace dentro de las disciplinas de STEM, fundamentalmente en Ciencias Naturales, Matemáticas y Estadística, según un estudio realizado por Funcas. Esta desigualdad se ve además incrementada más allá de la universidad, ya que las mujeres que trabajan en el campo de las STEM suelen cobrar menos que sus compañeros masculinos.
Erradicar estereotipos y fomentar la igualdad
– ¿Qué se está haciendo bien desde el ámbito universitario y formativo? ¿Y en qué iniciativas cree que queda más camino por recorrer?
Aunque las STEM son una parte importante de la formación en primaria y secundaria, parece existir un distanciamiento de las niñas a medida que crecen, como apunta Bisila Bokoko, a quien personalmente aprecio y admiro mucho, premio ‘Ciudadana del Mundo’ por la ONU y premio internacional por la Federación Española de Mujeres Ejecutivas (FEDEPE) en 2019, quien ha explicado que “es necesario que las niñas vean la ciencia y la tecnología como algo amable, porque hemos descubierto con horror que a los 7 años las niñas ya creen que no valen para estas carreras”. Para evitar esto, hay que seguir reforzando el interés desde el colegio como ya se hace y, además, establecer más referentes femeninos en el ámbito STEM y en liderazgo.
Por eso, en todas las carreras, y especialmente en las STEM, hay que erradicar estereotipos y fomentar en los trabajos políticas que busquen la igualdad real de oportunidades y fomenten la compatibilización entre la vida personal y la laboral. Por ejemplo, en Dynabook fomentamos el estudio y el interés de los niños por las matemáticas, la base de la gran mayoría de este tipo de carreras. Para lograrlo, apoyamos la escolarización con el software Mathlab, capaz de analizar el estado de desarrollo de los procesos cognitivos específicos de las matemáticas y generar planes personalizados a cada estudiante, porque estábamos observando que gran parte del fracaso escolar proviene de la falta de motivación o los prejuicios tradicionales sobre los estudios que debe cursar cada uno.
Este es nuestro granito de arena, pero creemos que, si todos colaboramos, nuestra sociedad seguirá evolucionando en pos de la reducción del fracaso escolar, del abandono y, por supuesto, de la desigualdad.
– ¿Cuáles cree que son los perfiles de carreras donde hay más potencial y/o oportunidades para la mujer?
Tradicionalmente, a la mujer sólo se la relacionaba con carreras de humanidades. Ahora, afortunadamente, las mujeres tienen cada vez más presencia en todos los sectores.
Es una gran motivación ver que hay cada vez más mujeres que están en cargos de responsabilidad. Sin embargo, sigue habiendo una gran diferencia entre el número de hombres y mujeres en puestos directivos. Según el informe ‘Brecha salarial y presencia de la mujer en puestos directivos’ del pasado año, las mujeres ocupamos sólo el 18,8% de los puestos directivos en nuestro país. Aunque muchas compañeras queramos ser un ejemplo del cambio, hay que continuar trabajando por la inclusión de políticas de igualdad dentro de las empresas y apostar por la ruptura de estereotipos de género que impedían a muchas jóvenes interesarse por las ciencias y las ingenierías.
– ¿La brecha de género es mayor que en los países de nuestro entorno? En caso de ser así, ¿por qué?
Está claro que queda mucho trabajo por hacer. En primer lugar, hay una falta de referentes femeninos en el sector. Según el último informe ‘Científicas en Cifras, publicado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, en los últimos años se ha registrado un aumento paulatino en la presencia de mujeres investigadoras. De hecho, ellas alcanzan ya el 41% del personal investigador de nuestro país, por encima de la media europea (34%). Sin embargo, uno de los grandes retos sigue siendo atraer el talento femenino hacia la investigación, especialmente en ingeniería y tecnología, y sacar a la mujer del segundo plano en ambos sectores.
A este respecto, es importante subrayar que, salvo en Alemania, en todos los países de la Unión Europea la proporción de mujeres que en 2019 (últimos datos disponibles) se graduaron en la universidad fue superior a la de los hombres, siendo similar el porcentaje en Italia (58%), Portugal (56%), Francia (57%), Alemania (48%) y España (55%).
Por otro lado, es una realidad que siguen existiendo diferencias retributivas entre hombres y mujeres en nuestro país. Según los datos recogidos por un informe de Infoempleo, los hombres cobran de media un 21,7% más de sueldo que las mujeres por el mismo trabajo en el mismo puesto. Es algo que sigue siendo desmotivador a la hora de elegir tu futuro profesional.
– ¿Qué percepción tiene de este último año? ¿Se ha reducido esta brecha o la situación es similar?
Es una realidad que la pandemia ha acentuado la desigualdad, dejando un mundo todavía más polarizado. La pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto las numerosas deficiencias y desigualdades de nuestros sistemas educativos: desde la banda ancha y los ordenadores que requiere la enseñanza online hasta los entornos de apoyo necesarios para el aprendizaje o ajustar los recursos a las necesidades familiares.
Por ello, considero que debemos prepararnos para esta nueva etapa híbrida que estamos viviendo y ser conscientes del impacto que tiene la tecnología en nuestras vidas, puesto que ahora muchos podremos compaginar mejor nuestra vida familiar y laboral. Pero, además de la desigualdad, la digitalización y la apuesta por un trabajo híbrido nos permite empezar a tomar conciencia de la importancia de la sostenibilidad y de conocer el impacto que tiene cada cosa que hacemos. Y, sobre todo, debemos apostar más que nunca por la educación y la formación.
Acabar con los ‘techos de cristal’
– ¿Piensa que se están adoptando las políticas necesarias para reducir dicha brecha? ¿Qué cree que se debería hacer para lograrlo? ¿Y para quebrar el ‘techo de cristal’?
Creo que la falta de visibilidad en los referentes femeninos puede contribuir a que las jóvenes descarten las asignaturas relacionadas con las ciencias durante la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), a que su presencia en las aulas universitarias de las carreras STEM sea más reducida y a que existan ‘techos de cristal’ en su incorporación al mundo laboral. Las mujeres que terminan sus estudios STEM deben enfrentarse a entornos laborales donde muchas veces son minoría, donde se encuentran con ‘techos de cristal’ o donde no disfrutan de políticas que faciliten la conciliación familiar.
Creo que ahora mismo es importante tener presente cuánto presupuesto se destina a este aspecto. España va a destinar en 2022 un 40% de los fondos europeos a industria, energía, I+D+i y digitalización. Por otro lado, en julio de 2020, el Consejo de la Unión Europea aprobó una partida para España de 72.000 millones de euros de los fondos Next Generation EU hasta 2026, convirtiéndolo en el segundo país receptor de subvenciones tras Italia. Todo esto son datos motivadores, ya que son recursos que se invertirían en la digitalización de las carreras universitarias y para formación.
– ¿Qué representación tiene la mujer en su organización? ¿Están tomando medidas para avanzar hacia la paridad? ¿En qué consisten?
Actualmente, en nuestra plantilla estamos en un 52% hombres y 48% mujeres, lo cual me enorgullece. A pesar de ese 4% de diferencia, somos conscientes de que tenemos que trabajar desde las bases. Nuestra labor es apoyar y alentar a las nuevas generaciones para que entre todos los agentes sociales consigamos que en un plazo espero corto de tiempo no se siga hablando de esta brecha.
– ¿Cuál ha sido su experiencia propia? ¿Alguna vez se ha sentido relegada frente a sus colegas por ser mujer?
Antes de Dynabook, he trabajado en empresas como HP y Lenovo y, personalmente, siempre he tenido el placer de contar con el apoyo de grandes equipos y compañeros que me han hecho sentirme una más. Sin embargo, soy consciente de los desafíos añadidos que muchas tienen que afrontar en estas mismas situaciones.