Una de las medidas dispuestas por el Gobierno cubano para la apertura de las telecomunicaciones entró en vigencia esta mañana, cuando los ciudadanos de la isla pudieron comenzar a comprar sus teléfonos móviles. Hasta el momento, recuerda Reuters, el servicio se encontraba limitado a los extranjeros y a los funcionarios gubernamentales.
De todas formas, muchos cubanos ya habían adquirido sus móviles a través de extranjeros, pero no podían contar con la titularidad del servicio. Por eso, la nueva disposición del régimen socialista también facilita el traspaso de propiedad a aquellos que contaban con líneas ilegales, ya que las transferencias se realizarán sin cargo y permitirán mantener el número.
Los ciudadanos se han mostrado conformes con la decisión de Raúl Castro, aunque expresaron sus quejas por los elevados precios. Los usuarios pueden realizar sus llamadas mediante tarjetas de prepago y están autorizados a realizar y recibir llamadas internacionales.
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