Los videojuegos siguen siendo un buen negocio

La industria del videojuego superará previsiblemente los 1.000 millones de euros en volumen de negocio en 2007, tras la campaña de Navidad, periodo en el que se registran las mayores ventas, según informó hoy el presidente de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (ADESE), Alberto González Lorca.

Esta patronal presentó hoy su ‘Anuario 2006’, año en el que la industria registró 967 millones, con un incremento del 12 por ciento respecto al año anterior. El presidente de ADESE prevé que se mantendrá esta tendencia creciente, hasta doblar el volumen de negocio en un plazo que los analistas sitúan entre los 3 y los 6 años.

Pese a estos resultados, la industria advierte en el anuario de que España “no deja de ser un país básicamente distribuidor de videojuegos, que compite en clara situación de desventaja” con respecto a países de su entorno, como Reino Unido, Alemania o Francia.

Por ello, González Lorca reclamó al Gobierno la puesta en marcha de un programa para el fomento al desarrollo y la innovación de este sector, así como medidas de protección a la piratería que, según algunas estimaciones, asciende al 50 por ciento de toda la producción.

“Hay una falta de desarrollo en España por que las autoridades no están apoyando a esta industria”, destacó, apuntando que este país se sitúa en el cuarto nivel respecto al consumo y en el puesto decimoquinto en el ámbito de desarrollo.

Mientras tanto, la industria destaca su compromiso de colaboración en la difusión del código de autorregulación europeo sobre contenidos, con el fin de garantizar “la máxima protección” de los menores en su acceso al videojuego.

Así, según el anuario, durante 2006 se comercializaron más de 2.000 títulos nuevos, de los cuales el 45 por ciento obtuvieron la clasificación europea ‘PEGI’ que les hace aptos para todas las franjas de edad de consumidores.

Del mismo modo, el anuario destaca que todas las compañías vinculadas al sector en España han acatado durante el pasado ejercicio las directrices de autocontrol sobre la comunicación comercial en sus campañas de publicidad.