Los usuarios exponen imprudentemente sus datos en las WiFi públicas
Es el balance de una nueva investigación de Europol y F-Secure. La solución pasa por utilizar la seguridad de WiFi, donde la conexión se hace invisible en la red y los datos ilegibles por su encriptación.
Una nueva investigación sobre la utilización del WiFi público en las calles de Londres ha demostrado que los consumidores no tienen en cuenta su intimidad personal.
En el experimento, que implicó la creación de un espacio con un punto de acceso WiFi ‘envenenado’, los usuarios expusieron su tráfico de Internet, datos personales y el contenido de su correo electrónico.
En un período de treinta minutos llegó a haber 250 dispositivos conectados al punto de acceso, la mayoría automáticamente sin que el propietario se diera cuenta. Se capturaron 32 MB de tráfico, quebrantando totalmente la privacidad de los consumidores.
Los investigadores advirtieron que se podía leer el texto de los correos electrónicos enviados a través de una red POP3, como también las direcciones del remitente y el destinatario e, incluso, la contraseña del remitente.
“La seguridad WiFi es un tema de gran preocupación en el Centro de Cibercrimen Europeo (EC3) de Europol”, ha afirmado Troels Oerting, Jefe de EC3.
La solución pasa por utilizar la WiFi segura, con una conexión invisible en la red y los datos ilegibles por su encriptación.
Por su parte, Sean Sullivan, asesor de seguridad de F-Secure, ha aclarado que “a todos nos gusta usar WiFi para ahorrar en nuestras tarifas de datos móviles, pero es demasiado fácil para cualquiera crear un punto de acceso, darle un nombre creíble y espiar la actividad en Internet de los usuarios”. El estudio corrobora, una vez más, la necesidad de cifrar estos accesos.