Los registros en Siemens por una estafa de 20 millones llegan al presidente
La imagen del grupo ha quedado fuertemente afectada por este suceso, además de por la quiebra de BenQ, donde 1.900 empleados perderán su empleo.
Las investigaciones y registros al grupo tecnológico alemán Siemens por un posible caso de desfalco de más de 20 millones de euros han llegado ya hasta el despacho del propio presidente de la compañía, Klaus Kleinfeld.
El fiscal del caso, Antón Winkler, señaló que la oficina de Kleinfeld ha sido registrada y recalcó que el presidente de Siemens está siendo investigado “como testigo y no como sospechoso” del caso de malversación de fondos.
Siemens no ha querido confirmar ni desmentir estas informaciones, aunque un portavoz ha reconocido que se han producido registros a “miembros de la junta directiva” de la empresa de la capital bávara.
Winkler añadió que aún no hay nada esclarecido y que las investigaciones sobre el modo en el que se utilizaron los fondos de Siemens siguen en curso.
Cinco detenidos -uno de ellos puesto en libertad el lunes por la mañana- como sospechosos de desfalco y soborno es el resultado hasta el momento del registro al que se ha sometido a 30 inmuebles del grupo alemán Siemens, tanto oficinas como viviendas de algunos de sus directivos, informa la Fiscalía de Munich.
Por otra parte, un portavoz de Siemens reconoció que el grupo tenía cierta información acerca de las pesquisas de Suiza y que, por ello, “había iniciado una investigación interna” que aún no ha finalizado.
Las investigaciones e interrogatorios se dirigen contra 10 empleados o ex empleados directos de Siemens, y dos personas relacionadas con la empresa, acusadas de desfalco de más de 20 millones de euros, aunque algunos medios alemanes elevan la cifra hasta los 100 millones.
En este posible caso de fraude, ocurrido hace más de un año, los fondos podrían haber sido utilizados, entre otras cosas, para sobornar a posibles clientes, sobre todo para efectuar nuevos contratos de telefonía, entre otros, en las Olimpiadas de Atenas 2004.
Las transferencias se habrían realizado a través de cuentas extranjeras, entre otras, en Suiza, aunque la Fiscalía no ha querido dar detalles al respecto.
Pese a que los resultados del último ejercicio fiscal de Siemens, publicados recientemente, fueron muy positivos -un resultado neto de 3.106 millones de euros, lo que supone un aumento del 38 por ciento respecto al periodo anterior-, la imagen del grupo ha quedado fuertemente afectada por este suceso, además de por la quiebra de BenQ, la filial taiwanesa que había comprado sus servicios de telefonía móvil y en la que por lo menos 1.900 de los 3.000 empleados en Alemania perderán su empleo.