Los planes de los directores de TI para 2005, al descubierto

Un estudio de Mercury revela como áreas estratégicas el outsourcing de las tecnologías, la gestión de la complejidad de las aplicaciones y el cumplimiento de normativas.

Desafíos y valor de las TI

Mercury Interactive, compañía centrada en soluciones BTO (Business Technology Optimization), ha presentado las principales conclusiones de un estudio realizado entre más de 750 directivos de TI en la región de EMEA y Asia.

El informe, “Driving Business Value from IT-Top Challenges and Drivers for 2005”, encargado por Mercury a The Economist Intelligent Unit, revela datos cuantitativos de cómo las compañías líderes intentan extraer valor de las TI en tres áreas estratégicas, como son el outsourcing de TI, la gestión de complejidad de las aplicaciones de TI y el cumplimiento de las normativas, así como los principales retos y prioridades a los que se enfrentarán en 2005.

Según los datos del informe, las tres áreas principales en las que los directivos de TI invertirán durante el próximo año serán IT Governance (la mitad de los directivos de EMEA y un 70 por ciento de los españoles); realización de pruebas de desarrollo de las aplicaciones (40 por ciento en EMEA y un 34 por ciento en España); y seguridad (25 por ciento en EMEA y un 27 por ciento en España).

Cabe resaltar la importancia que le dan los directivos en España a la adopción de políticas de IT Governance. La seguridad, que siempre ha sido fundamental entre los directores de TI españoles, pasa a un tercer lugar a la hora de priorizar sus inversiones de cara al año próximo.

Además de las tres áreas citadas anteriormente, el estudio también ha revelado que el 19 por ciento de los CIOs en EMEA y el 23 por ciento de los españoles consideran que la gestión de las aplicaciones es un área crítica de inversión para 2005.

Retos de la gestión de las TI

Ante la pregunta de cuáles son los mayores retos para la gestión de sus TI, los directivos señalaron la mejora de la calidad de las TI (un 69 por ciento en EMEA y un 73 por ciento en España) y la capacidad de medir el valor de negocio de las TI (con un 63 por ciento en EMEA y un 57 por ciento en España). Es en el tercer reto donde los directivos españoles difieren de sus homólogos europeos, ya que éstos consideran con un 56 por ciento que es la reducción de costes el reto para la gestión de sus aplicaciones durante 2005, mientras que el 53 por ciento de los directivos en España señalan la seguridad y protección de sus datos críticos.

“Mercury ofrece la única oferta completa de BTO (Business Technology Optimization) del mundo que abarca: control de TI (IT Governance), suministro y gestión de aplicaciones, y que permite a las compañías maximizar el valor de negocio de las TI”, señala Gabriel Martín, director general de Mercury Interactive para España y Portugal.

Tres áreas estratégicas donde extraer valor de negocio

Durante el estudio los directivos fueron preguntados por tres retos estratégicos a los que se enfrentan y la forma de obtener valor de negocio de cada uno de ellos de cara a 2005: outsourcing estratégico, la gestión de la complejidad de las aplicaciones y cumplimiento de normativas.

Un 54 por ciento de los directivos de EMEA y un 57 por ciento de los de España consideran que el riesgo de la degradación de la calidad del servicio es uno de los mayores problemas que plantea la adopción de prácticas de outsourcing en el ámbito de las TI. Entre sus beneficios, estos directivos destacan, no sólo la reducción de costes, sino también el acceso a nuevos perfiles profesionales, la capacidad de medir el valor que las TI aportan al negocio y la mejora de su calidad.

Los directivos de TI coinciden en los tres principales factores que pueden garantizar el éxito de un proyecto de outsourcing: transparencia, establecimiento de prioridades y capacidad del proveedor para crecer y satisfacer las futuras necesidades de sus empresas.

“A través de ofertas de IT Governance, como la suministrada por Mercury, es posible optimizar la calidad de los servicios de outsourcing; las empresas pueden reducir costes y riesgos, además de mantener la visibilidad y control en tiempo real de los proyectos de TI que externalizan”,comenta Gabriel Martín.

Por otra parte y dada la creciente complejidad de los entornos de aplicaciones, con una mezcla heterogénea de software empaquetado (ERP, CRM, SCM…) junto con soluciones propietarias y desarrollos a medida que necesitan ser gestionados a lo largo de todo su ciclo de vida, el estudio demuestra que las empresas necesitan comprobar la calidad y el rendimiento de las aplicaciones mediante la realización de pruebas durante el desarrollo de las mismas. Ésta es, para el 54 por ciento de los directivos de EMEA, la actividad clave para asegurar que las aplicaciones aportan valor al negocio. En España, sin embargo, la actividad prioritaria para el 64 por ciento de los encuestados es el diseño y desarrollo de las aplicaciones. “Los resultados del estudio confirman que los directivos ven la optimización de la calidad y el rendimiento, así como el diseño y desarrollo de sus aplicaciones, como clave para generar valor al negocio. Con Mercury Quality Center y Performance Center, las compañías optimizan la calidad, disponibilidad y rendimiento de sus aplicaciones de negocio antes de su despliegue en las empresas”, señala el director general de Mercury.

Normativas y regulaciones

Por último, el tercer gran reto sobre el que se preguntó a los directivos que participaron en el estudio fue el cumplimiento de las nuevas normativas y regulaciones, que están obligando a las empresas a reconstruir los procesos y sistemas de TI, y a buscar oportunidades para convertir el coste de este cumplimiento en un retorno para el negocio.

El cumplimiento de las regulaciones afecta al negocio en dos niveles diferentes. Hay necesidades formales de cumplimiento, tales como la generación de informes financieros, en los que las aplicaciones ofrecen información de acuerdo con fórmulas concretas de precisión, presentación y plazos para probar que un proceso de negocio cumple la normativa. Pero en algunos casos, la regulación puede significar que todos los procesos de negocio tengan que ser rediseñados.

Las leyes de privacidad de datos, con un 67 por ciento, son las normativas que los directivos en España señalaron que más afectan a sus negocios. Por detrás de éstas se sitúan los Estándares de Contabilidad Internacionales y Basilea II, con un 38 y un 36 por ciento, respectivamente. En EMEA el orden es el siguiente: leyes de privacidad de datos (48 por ciento), seguido por los Estándares de Contabilidad Internacionales (42 por ciento) y las leyes específicas de cada país (35 por ciento).

“La oferta BTO de centros de optimización de Mercury ayuda a los directivos de TI a controlar, distribuir y gestionar las iniciativas de cumplimiento de las normativas. El Centro de IT Governance de Mercury ofrece capacidades de planificación de recursos y priorización de los cambios e iniciativas para el cumplimiento de las normativas, así como automatización de los procesos de negocio de TI dentro de los marcos de trabajo de las leyes y una visibilidad total de las iniciativas y proyectos de cumplimiento delanormativa”, comenta Gabriel Martín.

En resumen, de los resultados del estudio se desprende que los departamentos de TI se enfrentarán a un gran número de cambios en el 2005. El modelo estratégico de contratación externa ha incitado a las empresas a revaluar el papel y valor de las TI. Las nuevas normativas y regulaciones están obligando a las compañías a reconstruir los procesos y sistemas de TI y a buscar oportunidades para convertir el coste del cumplimiento en un retorno para el negocio. Finalmente, el entorno de aplicaciones se está convirtiendo en algo cada vez más complejo, lo que lleva a las empresas a demandar nuevos conocimientos y nuevas maneras de gestionar la calidad de las aplicaciones. El éxito en cada una de estas áreas dependerá cada vez más de la capacidad del CIO para medir y optimizar el valor de las TI en la empresa.

“Los centros de optimización de Mercury son la solución idónea para gestionar las complejas aplicaciones actuales, mejorar la calidad de los proyectos de outsourcing estratégicos y dotar de transparencia y control a los negocios, que se enfrentan exigentes normativas y regulaciones”, concluye Gabriel Martín.