En el transcurso del evento Code organizado por la publicación Re/Code el consejero delagado de GoPro, Nick Woodman, ha mostrado los dos nuevos dispositivos con los que la marca se adentra en una nueva parcela.
El primero de ellos puede parecernos algo más convencional, un quadricóptero de GoPro con su propia cámara incorporada, lo que elimina la necesidad de acudir a lo que habitualmente se hace: acoplar la cámara de esta marca a un drone de otra marca.
Pero lo más espectacular ha resultado ser Jump, un conjunto de 16 cámaras de la marca sujetas a un soporte circular que permite cubrir los 360 grados en derredor, gestionándolo todo mediante un software capaz de ensamblar todos los vídeos y permitir al usuario experimentar una experiencia auténticamente inmersiva. En este caso habrá que ahorrar bastante puesto que se calcula un precio de unos $3.000 dólares para el “juguete”. La parte positiva es que las cámaras pueden desmontarse del soporte y emplearse por separado.
El drone aparecerá en la primera mitad del año próximo, así que habrá tiempo de sobra para ahorrar y poder comprarlo sin comprometer el presupuesto doméstico.
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