Los mitos del SEO
El SEO no es una ‘varita mágica’ que convierte en oro todo lo que toca. Se basa en algoritmos matemáticos comprobables, siendo capaz de ofrecer resultados replicables.
Una buena estrategia de SEO es fundamental para posicionar nuestro negocio en buscadores y, de esta manera, mejorar las ventas o aumentar nuestra visibilidad en la red.
Sin embargo, los profanos en la materia a veces ven a los expertos SEO como ‘vendedores de humo’, dando lugar al mantenimiento de ciertos mitos en torno a esta actividad. En Search Engine Watch se han propuesto desmontar algunas de estas falsas creencias.
En primer lugar, hay que desterrar que el posicionamiento en buscadores sea algo ‘mágico’ o fruto de la intuición. La búsqueda se basa en algoritmos matemáticos, que se pueden probar y ver lo que funciona y lo que no. Por eso, el experto SEO puede hacer lo mismo una y otra vez, siempre adaptado a las necesidades de cada cliente, y obtener unos resultados esperados. Si se basara sólo en intuiciones, los resultados no podrían ser replicables. Sin embargo, los especialistas lo hacen para sus clientes todos los días. El portal recomienda tomar el tiempo preciso en escoger un SEO, comprobando sus referencias y recomendaciones.
Por otra parte, algunas compañías piensan que el SEO es barato. El trabajo de estos especialistas es laborioso, pero todavía hay quienes piensan que consiste sólo en cambiar algunas etiquetas, colocar algunos links y tuitear de vez en cuando. Se trata de una actividad que evoluciona muy rápido, lo que obliga a estos expertos a actualizarse continuamente. Cuando se contrata a un profesional, no se firma sólo por sus servicios, sino también por sus conocimientos y especialización. Y esa calidad tiene un coste.
En la misma línea, ciertas empresas creen que las auditorías son sencillas de hacer y, por tanto, que también deben ser baratas. Hay quienes simplemente utilizan una herramienta de análisis SEO y luego preparan un par de párrafos a partir de sus resultados. Sin embargo, hay errores que pasan desapercibidos para estas herramientas pero que pueden ser detectados de manera sencilla por la mirada experta de un SEO preparado. Y esto lleva su tiempo. No se puede hacer sólo en un día. Además, hay que tener en cuenta que una mala auditoría puede tener repercusiones negativas para el sitio web, creando problemas que no tenía antes o dando malos datos que originan decisiones posteriores erróneas.
Otro de los grandes fallos es la construcción de nuestro sitio basándonos sólo en el contenido, sin preocuparnos por ser enlazados desde otros lugares. El contenido es muy importante, pero Google valora muy positivamente los links hacia nuestra web. Por eso, conseguir que nos enlacen es fundamental para el posicionamiento de nuestro sitio. Por muy bueno que sea el contenido, éste por sí solo no se va a materializar en visitas y mejora del posicionamiento.
Tampoco hay que incurrir en el error de pensar que la posición no importa. Siempre hay que tratar de aparecer entre los primeros resultados. Podemos contentarnos con estar entre los tres primeros, pero si no intentamos llegar a lo más alto, jamás conseguiremos estar ahí. Es fundamental situarnos al menos entre los 10 primeros para evitar caer a la segunda página.
Pero el mayor mito es que “el SEO ha muerto”. Es frecuente ver esta afirmación en la red, aunque lo cierto es que el posicionamiento en buscadores sigue siendo una herramienta fundamental para llevar tráfico a la web, incluso en el móvil.