Los inversores creen que la burbuja 2.0 ha pinchado tras la OPV de Facebook

Goldman Sachs afirma que tras la decepcionante salida de Facebook a bolsa, a las start-ups les va a resultar mucho más difícil obtener financiación y elevar su valor a cifras astronómicas.

La burbuja 2.0 ha llegado a su fin y el culpable tiene nombre, apellidos y 900 millones de amigos: Facebook. Hace unos días el fundador de la aceleradora de start-ups Y Combinator, Paul Graham, apuntaba en un escrito personal que el mal rendimiento de la Oferta Pública de Venta de la red social iba a ocasionar que se cerrara el gripo para la financiación de empresas emergentes. No es el único que lo piensa en Silicon Valley. El comienzo de unos días oscuros para la recaudación de fondos es ya la comidilla entre emprendedores y firmas de capital.

“Hay que hablar de un mundo pre-salida a bolsa de Facebook y un mundo post-salida a bolsa de Facebook, ya que los mercados han cambiando sustancialmente. Lo que nuestro equipo está escuchando en el sector esto que va a resultar mucho más difícil y mucho más caro para las empresas jóvenes incrementar el capital ahora mismo”, señala Anthony Noto, co-jefe de la unidad de Telecomunicaciones, Medios y Tecnología de la firma de inversión Goldman Sachs. Noto compartía charla con otros inversores ayer durante la conferencia tecnológica LeWeb, celebrada en Londres.

“Es evidente. Si te fijas hay un montón de empresas que en sus valoraciones como compañías públicas están bajo el agua, en comparación con el valor que se les daba en el mercado secundario cuando eran privadas”, añadía Bill Gurley, de Benchmark Capital, según se hace eco The Verge.  

Sin embargo, para los inversores no todo es negativo. En Silicon Valley como ocurre en la vida, siempre que se cierra una puerta, se abre una ventana. Así esta sequía de fondos de inversión post OPV de Facebook tendría, como efecto colateral, el incremento de las fusiones y adquisiciones, algo que ya ocurría tras el estreno en los parquets de Google.

“El capital será más difícil de conseguir y, por ello, los fundadores de las start-ups estarán más abiertos a vender”, explica Noto. La cuestión clave es ¿es el momento oportuno para deshacerse de una creación?  La desesperación puede hacer que “muchas empresa sean arrancadas de la vid antes de madurar completamente”.