Los innovadores de la próxima década serán quienes ignoren los consejos de la IA
Ericsson ConsumerLab analiza diez grandes tendencias para los años 30 del siglo XXI, un futuro que estará marcado por el impacto de la inteligencia artificial.
¿Cómo será el mundo en el futuro? Esa es una de las grandes preguntas que acompaña a la humanidad, generación tras generación y que, con la velocidad a la que se suceden los desarrollos tecnológicos, se vuelve cada vez más difícil de contestar.
Ericsson ConsumerLab ha sondeado las opiniones de miles de early adopters para trazar su informe “10 Tendencias de Consumo para 2030: El Futuro Impulsado por la IA”, esto es, la inteligencia artificial.
A la hora de determinar la influencia que tendrá esta tecnología en la próxima década, más de un 60 % predice que no tendrán control pleno sobre sobre cómo la IA afectará a sus vidas.
Algunos de ellos son clasificados como “esperanzados con la IA”, ya que sienten alegría y entusiasmo por esta innovación, mientras que aquellos invadidos por emociones como el miedo o la ansiedad reciben el calificativo de “temerosos de la IA”.
Más de la mitad de los “esperanzados” dice que intentará utilizar la IA en la medida de lo posible frente a tan sólo un 26 % de los “temerosos”.
Pero prácticamente todos (95 %) coinciden en que al menos algunos aspectos de las tendencias expuestas en el informe se convertirán en realidad.
¿Y qué tendencias son estas? El 75 % imagina un futuro en el que todas las personas tendrán asistentes personales digitales en su poder, capaces de actuar como guía para sus necesidades de compra. Y esto lo harán con un efecto positivo. Desde Ericsson ConsumerLab hablan así de compradores artificiales.
Otro fenómeno será la moda generativa. Al menos 6 de cada 10 early adopters apuestan por que la gente terminará recurriendo a la cirugía plástica para encajar en el estándar de belleza generado por la inteligencia artificial.
Una cifra mayor, el 68 %, considera la posibilidad de que la IA clone a sus amigos, que aparecerán en películas creadas generativamente.
Además de guiones sensibles, cabe esperar gemelos digitales humanos. La mitad de quienes responden en el estudio ve posible la simulación de asuntos de la vida cotidiana, como el matrimonio, para anticipar cambios y divorcios.
Del mismo modo, la progenie programada y el cuidado de niños asistido por IA podría extenderse a riesgo de afectar a la empatía. Un 74 % opina que la irrupción de IA en la crianza de los hijos impulsará las habilidades técnicas pero irá en contra de la inteligencia creativa y la inteligencia emocional.
También parece posible un mundo en el que acabaremos gobernados por la IA. Eso sí, la IA de carácter público se enfrentará a las IA corporativas, que tienen papeletas para ser más inteligentes. Esa es la opinión de un 72 % de los encuestados.
Otra consecuencia tiene que ver con los empleados sin poder, a pesar del impulso de la tecnología en el rendimiento. Un 67 % cree que hará falta la IA para conseguir buenos puestos de trabajo.
¿Habrá desorden de datos en el mundo digital? Si los pronósticos de este estudio están en lo cierto, las nuevas regulaciones servirán para que los ciudadanos mantengan el control. Se trata de la apuesta de 3 de cada 4 personas.
La IA también podría desbocarse si las soluciones más interconectadas desarrollan su propia agenda. Para un 59 % de los entrevistados, la coexistencia con la IA tiene visos de complicarse.
Otra cuestión es si las IA conectadas contribuirá a la privacidad, como guardianes de llaves, o no. En este punto, 7 de cada 10 early adopters explican que dejará de ser necesario recordar inicios de sesión, pulsar en botones o presentar documentos de identidad, dado que será la tecnología quien asumirá esas tareas.
En cualquier caso, la investigación de Ericsson ConsumerLab plantea que la IA termine por influir tanto en la toma de decisiones que la clave para el éxito pase por dejar a un lado sus consejos. El 58 % de los encuestados dice que los innovadores en la década de 2030 serán quienes osen ignorarla.
“Los primeros en adoptar la IA esperan que tenga un papel significativo en su vida diaria futura”, resume Michael Björn, autor del informe y director de la Agenda de Investigación de Ericsson Consumer & IndustryLab.
“Las expectativas de los consumidores son importantes, ya que esto repercutirá en la capacidad del tráfico de red para gestionar el futuro uso de datos por dispositivo”, indica.
“Otra de las conclusiones es la preocupación de los early adopters, incluidos los más partidarios de la IA, sobre el futuro control de la IA en su vida personal”, destaca.
“Esto demuestra la necesidad de que las empresas que trabajan con IA tengan en cuenta las preocupaciones de los consumidores a la hora de desarrollar servicios”, termina.