Los grandes operadores de telefonía móvil españoles pierden 45.000 clientes
Los tres grandes operadores de telefonía móvil pierden 45.000 clientes en España durante enero por la guerra de precios.
El mes de enero ha vuelto a suponer una sangría de clientes para los grandes operadores de telefonía móvil en España, que han perdido casi 45.000 clientes merced a la competencia de los operadores de menor tamaño y los OMV (operadores móviles virtuales), con precios contra los que no pueden ofrecer una alternativa sostenible.
Los datos los ha facilitado la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) y se refiere a las líneas de telefonía móvil que han perdido Telefónica, Vodafone y Orangedurante el mes de enero, acentuando una tendencia que ya lleva así desde años atrás y que no parece que a medio plazo vaya a revertirse.
La mayor pérdida de líneas móviles corresponde a Telefónica puesto que Movistar ha perdido 28.300 líneas a lo largo del mes de enero de 2022. A continuación queda Orange con 20.400 clientes menos, seguida de Vodafone, con 15.700 clientes menos
Estas pérdidas han sido aprovechadas por algunas de las nuevas operadoras que en los últimos años han iniciado sus operaciones en el mercado italiano. Así el operador de origen español Avatel ha obtenido en el mes de enero de este año 26.400 contratos nuevos, seguido a mucha distancia de MásMóvil, que obtiene 8.000 nuevos clientes.
La razón principal para este “intercambio” de clientela tiene que ver con los precios altamente competitivos que ofrecen estas operadoras “low cost”, prácticamente todas ellas careciendo de red propia y alquilando la de operadores que sí disponen de red propia, lo que les permite ofrecer a sus clientes precios más competitivos al no tener que afrontar los gastos de establecimiento y mantenimiento de una infraestructura propia.
Por otra parte las grandes operadoras de telefonía móvil tienen que afrontar el coste del mantenimiento de dicha infraestructura, lo que les impide ofrecer precios más competitivos. Una situación que lleva un tiempo provocando las quejas de estas grandes empresas frente a la política de la CNMC que favorece el alquiler de estas infraestructuras a los pequeños operadores.