Este año se venderán más wearables o dispositivos para llevar puestos encima que en 2018. Los envíos mundiales crecerán, según IDC, un 15,3 % hasta los 198,5 millones de unidades.
“Dos de los principales impulsores del mercado de wearables son la salud y la adopción empresarial”, comenta Ramon T. Llamas, director de investigación del equipo Wearables de IDC.
También deberían impulsar este crecimiento la popularidad de relojes y de otros dispositivos como aquellos que se colocan en la oreja.
Si todo va según lo previsto, dentro de cuatro años, en 2023, los envíos de wearables alcanzarán los 279 millones de unidades. De ellos, un 47,1 % serán relojes. Y, dentro de los smartwatches, deberían destacar los modelos diseñados por Apple.
Los wearables para la oreja serán los segundos dispositivos más demandados, con un 31 % de participación. E IDC cree que a la ropa conectada, como los zapatos para contar pasos, también habrá que seguirle la pista.
En cuanto a las pulseras, su crecimiento en el futuro será mucho menor que el del resto de categorías.
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