En un mensaje posteado en una lista en el año 1982, Scott Fahlman, un científico de computación en la Universidad de Carnegie-Mellon, propuso el uso tipográfico de caras sonrientes para resaltar que algo era una broma/chiste y evitar confusiones sobre las intenciones expresadas por escrito. Con tres simples caracteres propuso usar 🙂 ó 🙁 para facilitar la relación persona-persona a través de Internet.
Los emoticonos actuales provienen de la tendencia que creó Fahlman pero 101 años antes ya apareció en la publicación Puck de forma visionaria algo similar, aunque en este caso se desconoce el autor. Os dejamos una imagen de la publicación del 30 de mayo de 1881 en la página 65.
Últimamente los emoticonos, odiados por algunos y adorados por otros, aparecen en más y más productos, existen camisetas y múltiples accesorios que hacen uso de la simpleza del concepto usado inicialmente por Fahlman. Pero no se queda ahí, pendientes, productos informáticos y guiños a los mismos en publicidades ya sean online o en televisión. Actualmente existen emoticonos animados que no es más que otra iteración de lo mismo. El señor Fahlman en 1982 creó lo que a día de hoy quita frialdad a la comunicación online, y para continuar con ello, en la Universidad donde nació el Smiley (palabra inglesa para emoticono), se realiza un concurso anual en el que se proponen nuevos diseños.
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