Está Jesús con sus discípulos en la última cena y les dice:
-Hijos míos… Hoy me veis; mañana, no me veréis; pero me volveréis a ver.
Silencio de incomprensión absoluta. Al final, salta san Pedro y dice:
-Maestro, maaacho, cada vez te quiero más por lo bien que te explicas.