Los dirigentes censuran Twitter durante los conflictos políticos…y las bodas reales
Más que servir a los dirigentes como herramienta de comunicación Twitter es visto en muchos casos como una amenaza. Y no sólo para sus intereses políticos, sino también para los económicos.
En vistas a la celebración de la boda entre Guillermo de Gales y Catalina Middelton el próximo 29 de abril, la casa real británica ha publicado las normas de protocolo que debe cumplir los invitados y, entre ellas, se explicita la prohibición de usar el teléfono móvil.
No se trata de una maniobra para evitar que un incómodo politono rompa la magia del momento, sino de una forma de evitar que los asistentes compartan información del evento en redes sociales como Facebook o Twitter. La Abadía de Westminter será una barrera infranqueable para cualquier dispositivo electrónico que se intente colar en la ceremonia.
Con esta prohibición, los monarcas se asegurarían de que ninguna imagen, vídeo o detalles se filtra a los medios.
La exclusiva, vendida por ingentes cantidades a prensa de medio mundo podría peligrar si alguien consigue quebrantar esta ‘ley seca’ de los gadgets.
Se trata de una medida contradictoria para la propia casa real, que anunció el compromiso ‘en primeras nupcias’ utilizando su cuenta de la red de microblogging, aupando la información como la novena noticia más leída en Twitter durante el año pasado.