Los directivos se olvidan de los fallos TI
Mercury señala que la dificultad para hacer frente a los cambios de los sistemas informáticos se perfila como una de las principales causas de los errores tecnológicos.
Falta de conciencia
Mercury Interactive, empresa entrada en soluciones BTO (Business Technology Optimization), ha hecho públicos los resultados del estudio “Managing IT Business Risk: Safeguarding the Organization from IT Failure”, elaborado en cooperación con The Economist Intelligence Unit.
El informe se ha realizado a partir de una encuesta a 1.077 directivos de TI de 22 países en todo el mundo -incluido España- entre los meses de febrero a abril de 2006 para conocer la percepción que las empresas tienen acerca de los riesgos y repercusiones que los fallos de las TI pueden provocar en los negocios, las herramientas y tecnologías que utilizan para gestionarlos, así como las estrategias que emplean para mitigar este tipo de riesgos.
El estudio pone de manifiesto que los directivos son conscientes de los riesgos que pueden sufrir los negocios por problemas relacionados con la seguridad -provocados por amenazas procedentes de virus y hackers o desastres derivados de incendios o terrorismo-, pero no lo son en la misma medida de los riesgos que se derivan de los fallos de los sistemas o el escaso rendimiento de las aplicaciones informáticas.
Las TI son cruciales para el negocio
Las empresas son conscientes de cómo el desempeño de su propia actividad y la consecución de resultados depende del uso de las TI: las dos terceras partes de los directivos encuestados -y casi las tres cuartas partes en el caso de las empresas con una facturación superior a los 5.000 millones de dólares- considera que la reducción de los costes operacionales depende de las TI.
Los directivos españoles también coinciden en esta apreciación. Un 70 por ciento de los encuestados señaló la reducción de los costes operativos, cumplimiento de las normativas y satisfacción al cliente como los resultados de negocio que más dependen del uso de las TI. El 63 por ciento resaltó la capacidad de las compañías de fusionarse o adquirir otras empresas, mientras que la introducción de nuevos productos o innovaciones es para un 50 por ciento de los directivos de nuestro país uno de los principales beneficios del uso de las TI para su negocio.
No obstante, si bien las empresas son conscientes de la importancia que las TI tienen en el negocio, el resultado es que las iniciativas de TI no están dando los frutos esperados. El 51 por ciento de los encuestados en Europa indicó que no más de uno de cada dos proyectos de TI puestos en marcha durante los dos últimos años ha generado resultados de negocio positivos, mientras que en España este porcentaje se eleva a un 57 por ciento.
Al ser preguntados por las principales consecuencias que los fallos que las TI pueden tener en los negocios, el 40 por ciento de las empresas europeas señalaron en primer lugar la pérdida de ingresos, seguida de la pérdida de clientes, con un 36 por ciento, de la pérdida de reputación en el mercado debido a una publicidad negativa por los fallos en el servicio que prestan a sus clientes, según el 27 por ciento de los encuestados, así como el aumento de los costes no previstos, como reparar o sustituir sistemas, que fue señalado por un 17 por ciento de los directivos europeos.
Los directivos españoles coinciden con sus homónimos europeos, ya que para el 44 por ciento la pérdida de ingresos es la primera y mayor consecuencia del mal funcionamiento de las TI y en segundo lugar, un 35 por ciento señala que en lo que más puede afectar es en la pérdida de clientes. Sin embargo, no les preocupan tanto la pérdida de reputación (25 por ciento) o el aumento de costes no previstos (17 por ciento), sino la pérdida de dinero que supone la puesta en marcha de iniciativas de TI que luego no funcionan, que fue señalada por un 30 por ciento de los encuestados.
“El riesgo del negocio de las TI hace referencia a los riesgos a los que se pueden enfrentar las empresas ante el fallo o el bajo rendimiento de las TI, causando resultados de negocio negativos para la compañía. Este riesgo incluye más que simplemente los costes incurridos para reparar los sistemas; se puede manifestar en una pérdida de beneficios o clientes, la cancelación de lanzamientos de productos, o daños en la imagen de marca y en la reputación de una empresa, e incluso en demandas legales contra la misma”,señala Elie Kannan, vicepresidente de Marketing de Mercury EMEA.