La mayoría de los empleados de pequeña y medianas empresas (pymes) viven preocupados por el uso que pueden hacer sus superiores de la inteligencia artificial (IA) para fundamentar decisiones sobre despidos.
Así lo indica un 72 % de los encuestados por Capterra. Además, cerca de la mitad de las personas que muestran su incomodidad considera que tomar este tipo de decisiones no es ético.
Sea como fuere, el futuro parece claro. Hasta un 53 % de los trabajadores cree que más pronto que tarde innovaciones como la IA terminarán siendo el gran motor de la toma de decisiones críticas. Este el caso de las reestructuraciones empresariales.
De momento su uso no está extendido. Solamente un 8 % confirma que la pyme para la que trabajan aplican IA para acometer despidos.
Si esto se extiende, un 31 % de los empleados estaría dispuesto a cambiar sus hábitos de trabajo para evitar caer entre los señalados por la tecnología. La mitad, sin embargo, dice que seguiría igual.
Un cambio implicaría, por ejemplo, desarrollar nuevas habilidades (43 %), centrarse en objetivos e indicadores clave de rendimiento (36 %), involucrarse en nuevos proyectos (19 %) o incluso trabajar más horas (2 %).
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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