“Los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado deberían estar persiguiendo a los verdaderos delincuentes”
El profesor de Sistemas de Información en IE Business School desde el año 1990 y activo blogger, ha reflexionado sobre las detenciones llevadas a cabo por la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional en exclusiva para Silicon News. Para Dans, las detenciones de los supuestos líderes del movimiento Anonymous y a los que se les atribuyen ataques a diversos organismo y gobiernos de países como Egipto o Libia, “no tiene sentido” ya que “cualquiera puede unirse y participar en una protesta en dos clics sin que ello le convierta en un delincuente”.
– ¿Cómo valora las detenciones?
Estas detenciones, que según la Policía responden a muchísimas horas de trabajo y a haber “analizado desde octubre de 2010 más de 2.000.000 líneas de registro de chats y páginas web usadas por la organización de ‘hackers’, hasta dar con su cúpula en España, con capacidad para tomar decisiones y dirigir los ataques”, son la prueba evidente de hasta qué punto no se entienden los conceptos más básicos de este tema.
Sin querer dudar del esfuerzo de los profesionales de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional, lo que resulta claro y evidente es que lo que han hecho es identificar a personas que pueden haber sido relativamente activos en promover ideas, abrir foros, comentar en páginas o difundir una herramienta que conduzca al desarrollo de actividades identificadas como de Anonymous, pero eso no quiere decir absolutamente nada, es una soberana tontería que no sirve para nada, que no demuestra que esas personas hayan cometido ningún delito, y que no implica en modo alguno que sean los responsables, ni los organizadores, ni las cabezas visibles, ni los inspiradores, ni los perpetradores de nada.
Es simplemente una identificación que podría haber concluido en mil sitios diferentes en función del criterio que la Brigada hubiese decidido utilizar (¿qué es más grave? ¿Instalar y utilizar una herramienta para atacar una web, proponer dicho ataque desde un foro, animar a llevar a cabo el mismo desde un blog, o unirse a un grupo en Facebook sobre el tema?), que si la Justicia tiene alguna lógica va concluir con el archivo de las causas, y que ha supuesto una lamentable pérdida de esfuerzo y tiempo para los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado, que deberían estar persiguiendo a los verdaderos delincuentes.
– ¿Se puede hablar de una cúpula de Anonymous?
En modo alguno se puede hablar de “cúpula de Anonymous”, el sólo concepto es un contrasentido. Podrá haber personas más activas o menos en función del tiempo que dediquen a ello, de las ganas y en empuje que le pongan o de la capacidad de difusión que tengan, pero para nada existe una cúpula como tal.Las detenciones son un error enorme: ni esas personas protagonizan el movimiento Anonymous, ni éste se ve afectado significativamente cuando las detienes – tal vez al revés, se ve potenciado – ni puede hablarse de la detención de un movimiento organizado, porque sencillamente no existe un movimiento organizado.
La noticia es un chiste en sí mismo. Hoy mismo, en pocas horas, podríamos organizar un ataque de denegación de servicio contra la página web del Ministerio del Interior con sólo proponerlo en unos cuantos sitios donde lo pudiera leer un número suficientemente elevado de gente: ¿convertiría eso en responsable a esta publicación, a mí o a los que hiciesen comentarios al respecto?
Para tirar una página en la red hace falta la colaboración coordinada de muchas personas, ¿vas a detenerlas a todas? ¿O sólo al que tuvo la idea ingeniosa y decir que es un “cabecilla”? Nada de esto tiene sentido.
– ¿Cesarán con estas detenciones las actividades del grupo?
En absoluto, es absurdo pensarlo. Es que no existe ningún “grupo”. Anonymous somos todos, cualquiera que quiera unirse a una de sus acciones. El movimiento Anonymous no tiene líderes ni cabezas visibles por definición: yo por hablar de ellos no asumo ningún liderazgo ni podría hacerlo en modo alguno, alguien que se une a una o a varias de sus acciones instalándose una herramienta y haciendo peticiones a una página web no forma parte de ninguna organización. No hay cabecillas, ni cúpulas, ni nada que se le parezca, y podría volverse a organizar una acción de Anonymous con solo proponerlo a través de la red y que tuviese la dosis de provocación, ingenio, rebeldía o cualquier otro atributo válido que permitiese su viralización.
Creer que existe una organización llamada “Anonymous” y que se puede desactivar capturando a sus líderes es como de chiste de Forges o diálogo de Gila. Más bien al contrario: los palos de ciego y las detenciones a todas luces injustas de quienes crearon una página web (pueden crearse decenas de ellas en menos de una hora), de quienes animaron a un ataque o de quienes participaron en el mismo no hacen más que alimentar un movimiento imparable que refleja una cuestión evidente: en la red, cualquiera puede unirse y participar en una protesta en cuestión de dos clics, sin que ello le convierta en un “peligroso miembro de un movimiento”, y todo movimiento puede organizarse sin que exista ningún tipo de cúpula detrás.
Los que creen ver “manos negras”, “cúpulas” y “peligrosos hackers” detrás de algo a lo que se puede unir cualquiera están simplemente haciendo el ridículo.