Los creadores de Siri trabajan en un asistente vocal inteligente con iniciativa propia
No acaba ahí la cosa, además de servir de ayudante activo, no mero asistente pasivo, en entornos de trabajo complejos o en servicios de emergencias, también podrá permanecer atento a la programación televisiva o radiofónica y, sabedor de tus gustos, avisarte cuando detecte que está sonando una canción que te gusta o cuando empieza tu programa favorito así como detectar cuando aparece en Internet un contenido relevante para tu trabajo o tus estudios y no solo localizarlo sino avisarte de ello.
Supondría ir un paso más allá de Siri puesto que ya no tendrías que preguntarle aquello de “necesitaré mañana un paraguas” sino que al comprobar que en tu agenda tienes programada una cita en una plaza comprobará la previsión del tiempo para ese momento y lugar y cuando lo haga te informará sin que tú se lo preguntes expresamente algo así como “sería aconsejable que mañana lleves un paraguas a tu cita”.
Ya hay un software que hace algo parecido, Google Now, al tratar de detectar qué tipo de información necesitará un usuario, facilitándosela de manera automática. Por ejemplo si tu smartphone detecta que estás en una parada de autobús interpreta que estás esperando y te informa de los horarios del transporte público cuyo recorrido coincide con ese apeadero.
Inicialmente creado en la universidad de Stanford el grupo SRI (autor de Siri) como institución investigadora en 1946 actualmente es una empresa que tiene su base en Menlo Park (California, USA) y ha desarrollado tecnologías que incluyen el ratón para ordenador, las pantallas LCD y hasta el germen de Internet, ARPAnet, la red de interconexión de los ordenadores del Ejército USA.
En el estado actual de desarrollo, Bright es un sistema de seguimiento de actividad humana que emplea tres cámaras para monitorizar la actividad del usuario así como sus acciones sobre el equipo informático en el que trabaja a fin de aprender de sus acciones y tratar de anticiparse a lo que va a necesitar. El reto actualmente está en el indexado de actividad a fin de discriminar qué acciones son relevantes y qué deseos serán importantes para ofrecer respuesta sólo en estos casos.
El ejemplo más cercano que muchos habremos vivido en este sentido era el del asistente de Microsoft, aquel clip saltarín que detectaba lo que estábamos intentando hacer proponiéndonos alternativas o soluciones. Ahora se trataría de lograr que los posibles fallos de esta herramienta predictiva no fueran tan enervantes como los del extinto asistente y sus beneficios logren imponerse.
vINQulo