El roadmap de Intel indicaba que serían 35 vatios el tope de consumo de los Nehalem móviles, adecuándolo a portátiles ultraligeros que necesitaran la potencia de sus cuatros núcleos.
Según la información el tope de gama Core i7 para portátiles tendría un TDP de 55 vatios. Tampoco mejorarían lo suficiente los microprocesadores más básicos con frecuencias de 1.6GHz y 1.73GHz que tendrían un consumo máximo de 45 vatios.
10 vatios más que los Core 2 para móviles y al mismo nivel que los quad-core básicos de escritorio con mayores velocidades de reloj. El aumento de consumo se debería a la controladora de memoria integrada y el soporte de tecnologías como Hyperthreading que permitirían ocho hilos de procesamiento en estos procesadores.
Potente, pero quizá poco adecuado para ultraportátiles, algo que debería cambiar con la llegada posterior de la familia “Arrandale” fabricados en procesos de 32 nanómetros y seguramente menos tragones.
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