Los coches se convierten en nuevo objetivo de los hackers informáticos
Expertos en seguridad advierten de los riesgos de incorporar tecnología digital a la industria del automóvil y predicen un aumento de las actividades de hackeo contra nuevos modelos de vehículos.
La tecnología digital se ha convertido en una funcionalidad más de los vehículos modernos. Permite la integración de airbags, radios, asientos eléctricos, sistemas antibloqueo de frenos, controles de crucero autónomos y estabilidad o sistemas de comunicación, entre otros dispositivos incorporados. Pero también puede poner en riesgo la seguridad de conductor y resto de pasajeros.
Y es que varias universidades han demostrado la facilidad con la que pueden ser hackeados los vehículos si se encuentra disponible un acceso físico a sus componentes electrónicos. Por ejemplo, utilizando lectores de larga distancia para seguirle la pista a través de etiquetas RFID (identificación por radiofrecuencia) y comprometer, en consecuencia, la privacidad de sus viajeros, sus actividades y rutinas.
Éste y otros ejemplos aparecen en el informe “Caution: Malware Ahead” de McAfee, en colaboración con Wind River y ESCRYPT, donde se analizan los riesgos en los sistemas de automoción actuales al incluir nuevas comodidades, como el acceso a Internet, la personalización de la experiencia de conducción o la integración con smartphones y tabletas.
“A medida que se va incorporando mayor número de funciones, las amenazas de ataques se incrementan”, advierte Stuart McClure, director general de McAfee, que añade que “un ataque en el coche podría traducirse en graves riesgos para la seguridad personal“.
En este mismo sentido, el director sénior de soluciones de automoción de Wind River, Georg Doll, comenta que “los consumidores esperan las mismas experiencias en el vehículo que las que tienen con sus dispositivos móviles. Sin embargo, a medida que la tendencia hacia la conectividad crece, también lo hace la posibilidad de la vulneración de la seguridad”.
La posibilidad de abrir y arrancar el vehículo a través del teléfono, su desactivación de forma remota, la alteración de los sistemas de navegación y la desconexión de la asistencia de emergencia son amenazas cibercriminales latentes. Además, se puede comprometer la información personal de los usuarios, robando datos a través de un sistema de Bluetooth.