Los cambios en Project Ara eliminan gran parte de su modularidad y apertura

Cuando Google anunció Project Ara, se planteó la posibilidad de que uno de los sectores más relevantes en la actualidad, el mundo de los smartphones, pudiera cambiar enormemente dejando de lado la tendencia del pensamiento de ‘usar y tirar/cambiar’, para permitir que con los smartphones modulares, la vida útil de los mismos aumentara.

Phonebloks, el concepto de smartphone modular del diseñador holandés Dave Hakkens, se encontró con la sorpresa de que una compañía tan importante como Google decidiera desarrollar Project Ara, e incluso colaboró con ellos, pero los retrasos y últimos cambios en el proyecto empiezan a distar bastante de la idea original y Hakkens no está de acuerdo con la evolución que está llevando.

Recordemos que, según las promesas de la propia Google, Project Ara tendría que estar ya en el mercado, pero hace ya bastantes meses, se canceló el programa piloto y se anunció que se iba a retrasar el desarrollo. Hace tan sólo unos días, y después de mucho tiempo en silencio, Project Ara vuelve a dar señales de vida, pero con un cambio de esencia importante.

Los ‘exoesqueletos’ de antaño, que permitían cambiar la pantalla, procesador y otros módulos, han dado paso a núcleos compactos en los que pantalla, procesador, sensores, batería y sensor están integrados, lo que limita los módulos intercambiables sólo a las funciones secundarias. El diseño se ha simplificado, acercándolo más al de Phonebloks, y Google ha decidido tener más control sobre el desarrollo de módulos, por lo que ya no es un ecosistema realmente abierto.

Finalmente, según Google, Project Ara se estrenaría el año que viene, aunque con los cambios actuales, el sistema pierde gran parte de su interés y lo asemeja más a otros conceptos de smartphones modulares, mucho menos ambiciosos.