La compañía acaba de presentar sus resultados económicos relativos al segundo trimestre y la situación es cada vez más crítica, ya que los ingresos continúan bajando a consecuencia de la caída de ventas de dispositivos móviles.
En el último trimestre las ventas de Nokia han ascendido a 9.275 millones de euros, lo que supone un descenso del 7% respecto al mismo periodo del año anterior.
Con estos números encima de la mesa el CEO de la compañía, Stephen Elop, no ha tenido más remedio que reconocer que los resultados del segundo trimestre son “claramente decepcionantes”. En este sentido ha señalado que los desafíos a los que se están enfrentando a causa del cambio de rumbo se han manifestado “en una forma mayor de lo esperado el segundo trimestre del 2011”.
Elop ha tratado de calmar los ánimos de los inversores asegurando que, a pesar de los malos resultados, la actuación de Nokia para “mitigar el impacto de estos problemas ha empezado a tener un resultado positivo en la salud subyacente de nuestro negocio”.
El mensaje de optimismo que suele acompañar las declaraciones del CEO no es tan rotundo en esta ocasión, aunque afirma que ya hay “algunos avances evidentes” y que están “haciendo un progreso mejor del esperado hacia los objetivos estratégicos”. Además, se ha mostrado una vez más convencido de que la apuesta por Windows Phone 7 es “el camino correcto”.
vINQulos
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