La fusión entre EMC y Dell valorada en 60.000 millones de dólares ha recibido la aprobación de los accionistas de la empresa de soluciones de almacenamiento.
Esa decisión implica que salvo que se frene el acuerdo por parte de las autoridades regulatorias chinas, se creará una nueva compañía que llevará el nombre de Dell Technologies, que contará con un amplio portfolio de productos y soluciones TI orientado a las empresas.
En concreto, se podrán encontrar en la nueva empresa desde ordenadores personales, hasta servidores, soluciones de almacenamiento y equipamiento para redes, destacan en el Wall Street Journal.
Para Dell la fusión es de suma importancia, ya que su negocio de PCs no atraviesa un buen momento por la caída de ventas de portátiles como consecuencia del boom de los smartphones y dispositivos convertibles.
Dell Technologies ayudará a sus clientes empresariales a trasladar sus negocios a la nube, apostando por un modelo híbrido que incluye operaciones en la nube y on-premise.
Además, Dell podrá entrar en el negocio de la infraestructura convergente, que le permitirá vender equipamiento de almacenamiento, redes y computación que destaca por su fácil instalación.
Por último, tampoco hay que olvidar que la operación será la que mueva más dinero en el campo tecnológico en toda su historia.
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