Los 6 pasos que deben seguir los CIOs para afrontar los efectos del coronavirus
Gartner cree que la optimización propuesta por estos directivos tiene que ir más allá de una “simple reducción de costes, congelaciones de gastos o reducciones de personal”.
El papel de los CIOs de las empresas ante la crisis del coronavirus y sus efectos en la actividad, y la economía en general, pasa por buscar formas de optimizar los costes.
El caso es que “las ideas de optimización de costes por lo general se sopesan casi exclusivamente respecto a sus posibles ahorros de costes, sin considerar los efectos que esos ahorros de costes propuestos pueden tener en el negocio”, tal y como advierte Cesar Lozada, analista principal de investigación sénior en Gartner.
“Para lograr los resultados comerciales más sostenibles, los ejecutivos deben asegurarse de que la gestión de costes va más allá de la simple reducción de costes, congelaciones de gastos o reducciones de personal, que generalmente es un pensamiento a corto plazo”, añade Chris Ganly, director de investigación sénior en la misma consultora. “Las organizaciones deben abordar la gestión de costes como un esfuerzo expansivo que puede tener un efecto inmediato y prolongado a largo plazo en el rendimiento del negocio”.
En este sentido, desde Gartner recomiendan a CIOs y líderes de TI en general que se centren en seis áreas muy concretas para evaluar la viabilidad de aquellas iniciativas de optimización que barajen para sus empresas.
En primer lugar, deben tener en cuenta el beneficio financiero. Es decir, deben estipular en qué medida afectarán las iniciativas de costes al resultado final, estimando el nivel de ahorro y el impacto en el flujo de caja, por ejemplo.
También tienen que determinar el impacto empresarial, en empleados y operaciones comerciales diarias. Aquí entran desde el impacto en la productividad al impacto probable en el lanzamiento de un producto.
Otro factor que hay que tener en cuenta es el requisito del tiempo que se necesita para observar ese ahorro de costes y un valor comercial mejorado. Los CIOs deben establecer una franja de tiempo concreta, ya sean semanas, meses o un plazo más largo.
En cuarto lugar, es imprescindible establecer el grado de riesgo organizacional y la capacidad de los equipos para evolucionar y adaptarse a una nueva realidad. Lo ideal sería obtener beneficios con cambios mínimos en los procesos organizacionales.
Además, entrará en juego el grado de riesgo técnico. Para mitigarlo, los directivos tienen que estudiar cómo integrar la iniciativa de optimización en las operaciones ya existentes y en la arquitectura empresarial. Cualquier retraso derivado de esa iniciativa generará pérdidas de productividad.
Por último está el requisito de inversión, que significa contar con el apoyo financiero de la Junta Directiva. Para ello, los CIOs tienen que demostrar cómo van a mejorar los procesos comerciales, la productividad, el tiempo de comercialización, etc., saltándose el statu quo y estableciendo un nivel de inversión concreto.